Ni siquiera el mal tiempo pudo frenar la buena acogida de una nueva edición del Mercáu Gascuña. La cita mensual que tiene lugar en la emblemática calle ovetense congregó a un numeroso público, eso sí, de manera intermitente durante las treguas que iban dando los chaparrones que cayeron a lo largo de la mañana. Los paseantes aprovecharon cada vez que la lluvia cesaba para adquirir todo tipo de productos elaborados de manera artesanal. En el plano gastronómico, los quesos tuvieron especial protagonismo, pero tampoco faltaron los que acudierone en busca de miel ni mucho menos los amantes de la sidra. La artesanía de la madera y el cuero completaron la oferta totalmente autóctona.