Ardieron cuatro coches y una moto, la estructura del garaje quedó dañada y 15 vehículos están aún inmovilizados. Todo esto es el resultado de un incendio que la Policía considera fortuito y que tuvo lugar a las tres de la madrugada del domingo en un garaje de la calle Colegio San Ignacio, en el barrio de La Corredoria, en las inmediaciones del HUCA.

Las llamas se originaron en la planta -2 del garaje que comparten los portales 45 y 47, en total aparcan alrededor de una veintena de vehículos. Ayer todos seguían dentro y el aparcamiento permanecía precintado para poder garantizar la precisión en la investigación y para evitar daños.

La Policía científica acudió ayer por la mañana a realizar una inspección ocular y tomar muestras en buscas de huellas. Las primeras conclusiones es que se trata de un incendio fortuito que se podría haber originado en uno de los vehículos y extendido al resto. Técnicos municipales también visitaron el lugar del siniestro y comprobaron que una de las columnas del garaje había resultado afectada por lo que el consistorio ha indicado a la comunidad de vecinos que deben reforzar la estructura. Pese a estos daños, no hay ningún peligro y en ningún momento se desalojó a los vecinos.

Ahora, el seguro de la comunidad debe retirar los escombros ocasionados por el incendio para que así los vecinos puedan sacar sus coches del garaje. "Hay unos 15 vehículos y cada propietario tendrá que hablar con su seguro para que venga una grúa y se lo lleve al taller para comprobar si el humo o el calor ha provocado daños", explicaba ayer Lucía Garay, presidenta de la comunidad.

Los vecinos están a la espera de saber "qué es lo que ocurrió realmente" para negociar tanto con el seguro de la comunidad de propietarios como con las compañías en las que están asegurados los vehículos, tanto los cuatro coches y la moto afectados directamente por las llamas como los otros 15 coches que están en el garaje. Por el momento, les han dicho que los saquen con grúas, que no los arranquen antes de comprobar si han resultado dañados.

Las llamas se originaron en la planta baja del garaje y provocó una enorme humareda. Los restos del humo eran muy visibles ayer por la tarde. La fachada del edificio está ennegrecida y hay un fuerte olor a quemado. Unas vallas de la policía local impedían el paso.

Los restos del incendio eran bien visibles ayer y daba la medida de la magnitud no sólo de las llamas sino de la intensa cantidad de humo que generó la combustión de los vehículos. Tan es así que uno de los bomberos que acudieron a sofocar las llamas tuvo que ser trasladado al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), a poca distancia del lugar del siniestro, al sufrir una intoxicación leve por humo. El bombero fue dado de alta poco después de ser atendido en el servicio de urgencias.

Los vecinos se llevaron un susto importante cuando a las tres de la mañana unas personas que pasaban por la calle vieron salir humo del garaje, cuya puerta no es completamente opaca sino que se trata de un portón de rejilla metálica, lo que ayudó a que el humo saliese al exterior.

Fueron los viandantes los que llamaron a los bomberos y a la Policía Local que se trasladaron a la zona y lucharon contra las llamas durante tres horas hasta darlas por extinguidas completamente a las seis de la madrugada.