"Somos el país más sedentario de la Unión Europea, hay que revisar nuestro modo de vida". El químico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y expresidente del Consejo Superior de Deportes, Jaime Lissavetzky, animó ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA a romper la inactividad y ponerse las pilas deportivas "porque el deporte nos vuelve más sanos, más felices y más sabios".

El incremento del sedentarismo se da -explicó- en todas las franjas de edad. Las mujeres lo son menos y eso tiene que ver con las ocupaciones laborales. El modelo de diez horas diarias sentado frente a un ordenador en una mesa de oficina es el caldo de cultivo ideal para enfermedades como la hipertensión o la depresión.

"El deporte es un derecho básico de ciudadanía, lo dice nuestra Constitución. Para todos y para todas las edades", aseguró Lissavetzky. Se puede cambiar el término "deporte" por el de "práctica deportiva o activa" y en este último aspecto no hay que ser un Rafa Nadal para mantener nuestro colesterol a raya. "Se requieren 150 minutos a la semana de ejercicio moderado, o 75 minutos de ejercicio vigoroso".

Y no vale decir que no tenemos tiempo. "Si se hace un esfuerzo, claro que se encuentra", dijo el que fuera presidente del CSD desde 2004 a 2011, el "jefe" del deporte español que le tocó, entre otros éxitos el Campeonato del Mundo de Fútbol, en Sudáfrica. "La inactividad nos sale cara. Un obeso gasta un 75% más en medicación. Aquí nos estamos jugando salud pero también mucho dinero", añadió Lissavetzky durante su intervención.

El sector del deporte en España mueve montañas. El PIB nacional ligado al deporte alcanza el 2,5%. El deporte genera unos 194.000 empleos y da razón de ser a unas 33.000 empresas, explicó Jaime Lissavetzky en su charla en el Club Prensa Asturiana, presentada por la delegada institucional del CSIC en Asturias, Rosa Menéndez.

Dopaje y pelotas

La brecha de género en relación con la práctica deportiva en España es de ocho puntos en favor de los varones, lo que representa a juicio del investigador un reto adicional de cara al futuro.

Hay más retos. Uno es la lucha contra el dopaje, que no solo afecta a algunos deportistas tramposos de alto nivel. Otro, las investigaciones de nuevos materiales.

"En los últimos años, la única pelota que no sufrió variaciones fue la de ping-pong. Pelé marcó unos 1.200 goles en su carrera con aquellos balones de cuero. Hay que preguntarse cuántos podría haber marcado con los actuales balones", dijo. Otro ejemplo: los 50 kilómetros por hora que en su día sirvieron para que Eddy Merckx lograra el récord mundial de velocidad son casi una broma con lo que se puede conseguir con los nuevos equipamientos, incluyendo las bicicletas peso pluma.