El tripartito espera cerrar entre hoy y mañana un acuerdo sobre el capítulo de inversiones que allane definitivamente el camino hacia un pacto político para el presupuesto municipal del año que viene. Este consenso se está resistiendo bastante más de lo previsto en un primer momento y suma un retraso de una semana respecto a las previsiones que hizo públicas el alcalde, el socialista Wenceslao López, a finales del mes pasado.

Tras el tenso encuentro del lunes, los socios de gobierno mantuvieron ayer una nueva reunión sobre las cuentas del ejercicio que viene. En ella se pusieron sobre la mesa datos sobre los niveles de ejecución de proyectos que ya están en marcha y otros detalles de contabilidad que sirvan de base para el reparto de los fondos destinados a inversiones municipales directas en 2018. Previamente, los representantes de Somos, PSOE e IU en la negociación ya se habían puesto de acuerdo en las líneas generales de gasto. El planteamiento inicial del edil de Economía, Rubén Rosón (Somos), incluía recortes, ahora eliminados, en las partidas del área de Cultura destinadas a teatro, zarzuela o danza.

Esta tercera negociación presupuestaria que aborda el tripartito ha tensado de forma notable las relaciones entre los socios de gobierno desde que, el pasado viernes y en declaraciones a LA NUEVA ESPAÑA, Rubén Rosón reconoció dificultades para llegar a un acuerdo. Entonces, el edil se mostró "sorprendido" por las reticencias de PSOE e IU a una propuesta inicial que, según destacó el responsable del área de Economía, incluye "la mayor inversión social de la historia del concejo" y plantea la creación de 600 empleos.

Estas valoraciones de Rubén Rosón molestaron a PSOE e IU. Como también molestaron a ambas formaciones de izquierda que el edil de Economía advirtiera este lunes de que, si no alcanzaba un acuerdo son los socios, estaba dispuesto a presentar unilateralmente el anteproyecto presupuestario. Tras esas afirmaciones, Iván Álvarez, concejal que lleva la voz cantante de IU en la negociación y que ya había solicitado previamente una "acción unitaria" del tripartito para "no favorecer la vuelta de la derecha al gobierno municipal", reclamó a Rosón que no se dejase llevar por las urgencias. Por su parte, la responsable socialista de Infraestructuras, Ana Rivas, le dejó claro al edil de Somos que en el PSOE no están dispuestos a firmarle lo que calificó de "cheque en blanco".

Ya sin reproches más o menos velados, la de ayer fue la quinta reunión que tiene lugar en el seno del tripartito para tratar de llegar a un acuerdo presupuestario que permita al gobierno municipal tener listas las cuentas para el 1 de enero de 2018. Las partes reconocen que, aunque con dificultades, se están acercando posturas sobre un planteamiento inicial que tanto el PSOE como IU veían demasiado arrimado al interés electoral de Somos.

Pocos días antes de que arrancara de manera oficial la negociación de los presupuestos para el año que viene, Rosón se mostraba totalmente confiado en llegar a un acuerdo rápido, a la vista de la experiencia de ejercicios precedentes y de la existencia de una "estructura presupuestaria que cumple las expectativas de este gobierno". Según sus datos, en la propuesta de cuentas municipales para 2018 se eleva en un millón de euros la cuantía que se destina a ayudas económicas a familias, mientras que las becas de comedor y desayuno para escolares alcanzan los cuatro millones de euros.