La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los cultivos del Paraíso

La magia tropical del "Anthurium"

La flor de la planta brilla tanto que parece ser de plástico La araña roja es una de sus grandes enemigas cuando hace excesivo calor y la humedad ambiental es baja

Flor de "Anthurium". Ángeles Sánchez

Viajaba solo con su mochila a medio llenar, se alojaba y comía en la casa de gente hospitalaria que iba conociendo; a cambio de unas monedas por las molestias, pasaba la noche y se iba a otro lugar. Hacia autostop hasta donde le llevasen. Tenía tres meses por delante para conocer lugares nuevos. La aventura comenzó en Guatemala. Mientras caminaba por la carretera a la espera de que algún coche parase, se fue fijando en la orilla donde algo capto su atención, una mata verde con unas flores espectaculares, parecían de plástico, brillantes y con forma de corazón. Fascinado, cortó una flor y la metió entre las hojas de una guía de viajes, para que se secara, y se la llevó de recuerdo.

Perteneciente al género "Anthurium", es originario de las zonas lluviosas de América Central, Colombia y Ecuador, y en la actualidad podemos encontrarla en todo el mundo, dado su gran valor ornamental. Esta importancia se la debe a la flor, formada por una espata y un espádice, de llamativos colores.

Es una planta que debemos cultivar en maceta, para ello el sustrato adecuado es aquel rico en materia orgánica y con buen drenaje. Un lugar sin corrientes de aire -sobre todo frío, puede llegar a provocar la muerte de la planta- y con mucha claridad pero sin que el sol incida directamente es el más aconsejable para ubicar esta planta, ya que el sol directo -y más a través de un cristal- provoca quemaduras en las hojas. Es muy sensible al frío, viéndose afectada por temperaturas inferiores a unos diez grados, así que para no comprometerla el lugar ideal es en el interior; unas temperaturas alrededor de unos veinte grados son las que mejor le van. Si llega a treinta o los sobrepasa, se pueden pulverizar las hojas - eso si, el agua ha de estar templada-, o mantener cierta humedad en el ambiente.

La frecuencia del riego depende un poco de las temperaturas, si son altas, un par de veces por semana, intentando mantener un poco la humedad en el sustrato, pero sin encharcar, y si las temperaturas son bajas, hay que dejar secar el sustrato antes del siguiente riego. Se puede aportar humus de lombriz, sobretodo los meses de verano, pues eso ayudará al "Anthurium" a un mejor desarrollo y mejor floración. Pero si de algo depende la floración es de la temperatura y humedad que tiene la planta durante todo el año; si las temperaturas están por encima de veinte y la humedad ambiental es alta, es prácticamente seguro que será todo un éxito.

Cuando las temperaturas son elevadas y la humedad es baja, la araña roja encuentra una situación favorable para el desarrollo, y supone un problema para el "Anthurium"; las hojas pierden brillo y adquieren un color amarillo o pardo, lo que se aprecia en el haz de la hoja. Y en el envés aparecerán pequeñas telarañas, pudiendo llegar a apreciarse las arañas. El tratamiento preventivo es pulverizar las hojas con agua para subir la humedad y así no favorecer el desarrollo, o pulverizando con una infusión de ortigas. Por otra parte si se da exceso de agua en el sustrato se potenciará la aparición de hongos, que se manifiestan por la aparición de manchas marrones en las hojas, terminando por secarla.

Un modo de reproducción de esta planta es mediante la separación de hijos, así obtendremos una pequeña planta y sanearemos a la madre. Para ello cortaremos cada hijuelo por debajo de las raíces aéreas que tenga, y lo plantaremos en una mezcla de sustrato y humus a partes iguales.

Aunque parezca imposible, también se puede reproducir por semilla, que se recolecta del espádice. Se posa encima del sustrato -sin enterrar-se pulveriza diariamente, hasta que germine, y en pocos meses estará lista. Debido al gran valor ornamental que tienen sus flores, el "Anthurium", se utiliza mucho en floristería, por su amplia gama de colores, exotismo y gran durabilidad, pudiendo a llegar a aguantar en agua hasta casi un mes. Eso sí, para que se mantenga más tiempo no se debe olvidar biselar cada tres días y cambiar el agua cada dos.

Compartir el artículo

stats