Es algo así como el "gurú" de los videclips. Luis Cerveró (Valencia, 1974) marcó tendencia, y lo sigue haciendo, a la hora de grabar vídeos para grupos musicales. Tiene el reconocimiento nacional e internacional y ayer ofreció una conferencia en el edificio histórico de la Universidad de Oviedo dentro de la programación del festival nacional de videoclips "Oviclip".
-¿Se puede vivir de hacer videoclips?
No conozco a nadie que viva únicamente de ello. Vivir como realizador es imposible, da cero pasta.
-Ha dicho que lo quiere dejar, que ya no quiere hacer más vídeos.
-Sí. La verdad es que ya me toca. Ya ha llegado el momento de que los jóvenes vayan tomando el relevo. Ahora mismo aún tengo algún proyecto porque siempre hay tentaciones pero la idea es dejarlo.
-¿Y después?
-Hacer ficción. Siempre he querido hacerlo y estoy empezando a trabajar en ello.
-¿Un largometraje?
-Sí
-Volviendo a los vídeos musicales, ¿algún tipo de música en particular?
-No. Lo importante es que te guste, pero yo no tengo ninguna prioridad. Si la canción funciona me vale pero es que hay canciones a las que no les pega nada la imagen, que son muy planas.
-¿Nunca hizo un vídeo de una canción que no le gustase?
-Sí. Muy al principio porque tenía muchas ganas de empezar.
-Hace un videclip, lo cuelga en internet y.. ?
-Internet se lo come todo. Metes algo, lo tritura y desaparece.
-¿Tendrá su parte buena?
-No la veo. Supongo que facilita que la gente cuelgue sus trabajos pero insisto, lo tritura todo. Muy poca gente pega un bombazo, ni en internet, sino tiene los apoyos necesarios. En internet las cosas se mueren muy rápido y a ti te han llevado muchísimo trabajo.
-¿Ya no son un producto comercial, no sirven para vender?
-Lo son si eres Beyonce sino lo haces porque te gusta el formato.
Mantiene que la música comercial tiene muy buenos videoclips.
Sí. Pero es que los artistas del mainstream como Beyonce o Rihana hacen muy buena música.
-¿Es más fácil trabajar con un grupo de música o para una gran marca como BMW o Adidas?
-Trabajar con músicos es mucho más divertido. Con las marchas hay mucha tensión y muchas jerarquías.
