Estaban tomando algo en una cafetería de la calle Joaquín Blume, en el barrio de la Tenderina. El grupo de amigos estaba formado por un hombre, dos mujeres y los tres hijos menores de una de ellas. En un momento dado el hombre le dijo a una de las niñas, de nueve años, que le acompañase al garaje, que en la furgoneta tenía una pulsera que le quería regalar. La niña pidió permiso y como el hombre era amigo de su madre no dudó en acompañarle, pero la intención del adulto no era regalarle aquella pulsera. Según el relato del Fiscal, que pide cinco años de prisión por el supuesto abuso, al bajar por la rampa del aparcamiento el hombre abrazó a la menor e introdujo su mano por debajo de la ropa de la niña para tocarle el pecho. Ella le apartó para evitar que continuara con los tocamientos.

Una vez dentro de la furgoneta el hombre insistió. Cogió con las dos manos las mejillas de la niña y le pidió que le besara. Ella se apartó y él volvió a introducir de nuevo la mano por debajo de la ropa para tocarle el pecho. La menor trató de evitarlo pero no lo conseguía. Ella le empujaba y él le decía "no seas mala, dame un beso".

Salieron de la furgoneta y volvieron a la cafetería donde se encontraba la madre, quien, al ver a su hija despeinada y en una actitud "rara", ya de camino a su casa, le preguntó si le había pasado algo. La pequeña lo contó todo.

No era la primera vez, revela el escrito de la Fiscalía. Dos semanas antes, el abusador ya lo había intentado. En aquella ocasión, la niña estaba en una mercería y de nuevo el amigo de su madre le pidió que le acompañase a la furgoneta a llevar un papel y que de paso le enseñaba el vehículo. La invitó a entrar en la furgoneta y una vez dentro intentó besarla.

Hasta el capítulo de la pulsera niña no le había contado nada a su madre pero todo había empezado unos 20 días antes, en el mismo momento en que la pequeña conoció al amigo de su madre. Cuando se la presentaron, el hombre aparentó ir a darle un beso en la mejilla pero cogió la cara de la pequeña y le espetó un beso en los labios.

La Fiscalía del Principado de Asturias considera que todos estos hechos son constitutivos de un delito continuado de abusos sexuales, contemplado en el artículo 183.1 del Código Penal, en relación con el 74. Además se da la circunstancia agravante de abuso de confianza.

Por todo, el Ministerio Fiscal solicita que se condene al acusado a 5 años y 1 día de prisión, inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y la prohibición de acercarse a menos de 200 metros a la menor, su domicilio o cualquier otro lugar en el que se encuentre durante 8 años.

Además, la fiscalía solicita la prohibición de que el hombre pueda comunicarse con la niña por cualquier medio durante ocho años, y que se establezca la medida de libertad vigilada, consistente en la obligación de someterse a un programa de educación sexual durante cinco años, que tendrá que cumplir tras salir de prisión.

El acusado deberá, a petición de la fiscalía pagar una indemnización a la menor de 1.000 euros por daños morales, más los intereses legales correspondientes, así como las costas correspondientes al proceso judicial.

El juicio se celebrará hoy mismo en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, en Oviedo, a partir de las diez de la mañana.