"Tradición y vanguardia en la cocina" fue el título del encuentro de tres conocidos gastrónomos que se celebró ayer en una librería del centro de la ciudad. Eduardo Méndez Riestra, presidente de la Academia de Gastronomía Asturiana; Eufrasio Sánchez, crítico gastronómico, y Luis María Alonso, periodista de LA NUEVA ESPAÑA, participaron en el encuentro que, como era de esperar, tuvo su enjundia. Conclusión: las recetas anónimas que los cocineros actuales heredaron, y que son toda una seña de identidad de un pueblo, nunca se verán solapadas por las tendencias globalizadoras que animan a muchos cocineros a elaborar platos que terminarán por ser efímeros "porque sus colegas no los quieren imitar". Afirmación contundente de Méndez Riestra ante la que no hubo contestación. Después añadió que la cocina tradicional "es anónima y colectiva", frente a la nueva, que es personalista.

Más argumentos en esta línea, en este caso a cargo de Luis María Alonso: "Uno de los defectos de la cocina actual es lo efímero, además de mezclar un montón de ingredientes que tienen poco que ver entre sí. Los cocineros de ahora tienen una obsesión por la fusión", sentenció el periodista, al tiempo que apuntaba que "no hay más que una cocina, que es la regional".

Eufrasio Sánchez, por su parte, apostó durante su intervención por la conveniencia de que la cocina tradicional y la de vanguardia convivan entre sí.