El hombre que se jactó de haber huido a más de 200 kilómetros por hora desde Oviedo a Corvera por la autopista para deshacerse de "cinco pollos de cocaína" deberá de entrar en prisión siempre y cuando sea localizado, pues ni su abogada sabe donde se encuentra. La Audiencia provincial ratificó la pasada semana la sentencia del juzgado de lo penal número 4 en la que se condena a Saúl Rodríguez Pérez, luarqués de 36 años residente en Gijón, a un año de cárcel y dos de retirada del carné. La letrada desconoce si su cliente está fugado o bien se encuentra en prisión cumpliendo pena por alguna de sus numerosas causas pendientes.

Rodríguez Pérez trató de zafarse de dos motoristas de la Policía Local de Oviedo el pasado 23 de mayo después de que estos le dieran el alto en la glorieta de la Cruz Roja. Finalmente, lograron darle caza en la calle Jovellanos de Las Vegas, en el concejo de Corvera, y éste se jactó días después, en la puerta del juzgado de haberles dado esquinazo para deshacerse de droga que había adquirido en la capital asturiana. "Llevaba cinco pollos de cocaína y aproveché para tirarlos por la ventana", declaró sin importarle las consecuencias. "Para cuando me condenen, a saber donde estaré", dijo justo después de presumir de la velocidad de su turismo, un BMW serie 3. "Mi coche vuela y las motos de la poli no valen para nada", sentenció, además de achacar a una confusión a la hora de elegir su itinerario de fuga que no lograse escaparse de manera definitiva de los agentes.

Una vez detenido dio positivo por alcoholemia con un resultado de 0,54 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, así como en el consumo de benzodiacepinas, una sustancia que contienen algunos fármacos para el tratamiento de depresiones.

Si bien se presentó en un primer momento a prestar declaración en el juzgado de guardia, el acusado se ausentó de la vista oral fijada para el 1 de junio, dos semanas antes de que el juez dictara sentencia en su contra. La condena se sumó a al menos otros cinco fallos desfavorables en los últimos cuatro años por delitos como lesiones en el ámbito familiar, quebrantamiento de condena o conducir bajo los efectos del alcohol.

La abogada descarta acudir al Supremo, aunque reconoce que ni siquiera puede comunicárselo a Saúl Rodríguez, que cuenta con una orden de alejamiento de miembros de su propia familia y declinó darle un teléfono de contacto el día que se presentó en el juzgado de guardia.