Un joven de 18 años, de nacionalidad española y sin domicilio conocido, aceptó ayer una pena de tres años y medio de cárcel por atracar a punta de cuchillo un estanco de Tudela Veguín el pasado 4 de julio. La Fiscalía decidió rebajar la petición inicial de cinco años de prisión por un delito de robo con violencia e intimidación al apreciar menor intensidad en la violencia, que se saldó con un pequeño corte en la mano de la titular del negocio.

La defensa del acusado, a cargo del letrado Eladio Rico, mostró su satisfacción por el acuerdo, pues reconoció que la pena era lo mínimo que cabía esperar en cuanto a la naturaleza del suceso, pues contaba con el agravante de que el joven iba disfrazado, si bien a su favor está que sólo se llevó como botín un paquete de tabaco.

La víctima del robo no se mostró tan satisfecha a pesar de haberse ahorrado el juicio. "Que le condenen no me soluciona nada", declaró la mujer que dijo haber sufrido seis robos en los últimos siete de los 36 años que lleva regentando su negocio en la localidad.

Sobre el forcejeo que la mujer protagonizó con el acusado, reconoce que cogió unas tijeras y no dudó en encararse. "De la rabia que me da que me roben no pude evitar ir a por él", comentó la mujer mientras esperaba por una declaración que finalmente no hizo falta y que admite que los daños sufridos fueron menores. "En el mismo momento ni me enteré de que me había cortado", relató la afectada, que sólo pide que le dejen trabajar tranquila.

Por su parte, el asaltante, que lleva seis meses en la cárcel de manera preventiva pese a no tener antecedentes, aceptó la condena y su defensa confía que en unos meses pueda comenzar a disfrutar del tercer grado.