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Cómo acertar con los regalos de Navidad de los niños

La abundancia de juguetes llega a provocar apatía y aburrimiento; ese exceso devalúa su valor y significado

Cómo acertar con los regalos de Navidad de los niños

El mes de noviembre se va terminando y se vislumbra a lo lejos el último mes del año con las tan deseadas por unos y tan temidas por otros, Navidades.

Se acerca un mes lleno de sensaciones, sentimientos, emociones, y en el que en muchas ocasiones nos encontramos perdidos ante la enorme vorágine consumista que se presenta. Nos aborda cierto sentimiento de impotencia y desánimo al no saber que hacer o como proceder con ciertas situaciones como pueden ser por ejemplo los regalos a los niños.

Bien sea a través de Papá Noel o de los Reyes Magos, parece que no tenemos claro dónde está el límite entre lo adecuado y lo excesivo.

Cuando se acercan estas fechas, parece como si surgiera una competencia intrafamiliar para hacer al niño muy feliz y entre los padres, los abuelos, los otros abuelos, la bisabuela y los tíos, empachamos al niño de juguetes. Ellos no disfrutan de los regalos por el vacío que les produce no saber decidirse con cual jugar, además de poco educativo nos encontramos con que ese exceso devalúa el valor y el sentido del regalo así como provoca aburrimiento.

Cuando hay abundancia de regalos, los niños simplemente los abren sin apreciar su contenido, pasan enseguida al siguiente, sin valorar, sin reparar en si es de su agrado o no. Convierten ese momento mágico en un rito, en un puro acto mecánico.

Muchos psicólogos estiman el número de tres regalos como una cifra sensata en la que moverse a la hora de establecer los regalos que va a recibir el niño, no como una cifra cerrada, pero sí como una orientación, como un llamamiento a la sensatez

Personalmente, me inclino por la cifra de cinco regalos, recogiendo tres de ellos la mañana de Navidad o Reyes y utilizando el cuarto regalo para fomentar en el niño el enorme valor de la solidaridad. De ese modo, dialogando con el niño y siempre con su consentimiento y comprensión, al día siguiente de Navidad o de Reyes, sería muy enriquecedor acompañar a nuestro hijo a donar ese cuarto regalo que previamente ha escogido, a otro niño que debido a sus circunstancias, no ha recibido ningún regalo.

Esto le supondría el quinto regalo y creo que el mas hermoso, pues no es material, es simplemente una lección de vida que aprenderá nuestro hijo y que le hará consciente de que hay otros niños que tienen necesidades y carencias y que a pesar de que también les quieren mucho sus papás, los Reyes Magos o Papá Noel , no han podido pasar por su casa.

Por tal motivo debe de sentirse orgulloso de haber compartido su regalo con ese otro niño, además de valorar la enorme suerte que tiene de que sus papás le quieran tanto y que los Reyes Magos hayan podido ir a visitarle.

Te aseguro que ese momento en el que junto a tu hijo dejas ese regalo para alguien que lo necesita, será un regalo único para ti y para él, y te aseguro que pasados los años, no recordará quizás los juguetes que ha recibido , pero seguro que nunca se le olvidará aquellos días después de Navidad en los que, de tu mano, ibais juntos a hacer feliz a un niño para darle uno de sus obsequios

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