Uno de los objetivos claros del nuevo diseño urbano de la entrada a Oviedo es el de reducir los aforos de vehículos en ese tramo. Lo pedían los pliegos de condiciones e insistía en ello la recomendación salida del proceso participativo llevado a cabo por el colectivo "Imagina un bulevar". La propuesta ganadora del concurso, "Bosque y valle", del estudio de arquitectos Eslava y Tejada, persigue ese objetivo a través de tres nuevas rotondas que trazan nuevas salidas a un lado y otro de la ciudad, a los barrios de Teatinos, Pumarín, la Tenderina y Ventanielles, aparte de plantear varios aparcamientos disuasorios e incorporar nuevas líneas de autobús. Algunos vecinos ya se preguntan si esos trazados provocarán nuevos atascos en la ciudad, pero los especalistas lo descartan tajantemente.

Ingenieros y urbanistas consultados por este periódico, muy vinculados al debate sobre la entrada en la ciudad, aseguran que la propuesta "Bosque y valle" es, en primer lugar, "muy realista" en lo relativo al tráfico, pues mantiene el mismo número de carriles que actualmente hay en el tramo urbano de la "Y", cuatro, dos en un sentido y dos en otro, que soportan un tráfico de 32.000 vehículos diarios de media en las temporadas con más densidad de tráfico.

Que se mantenga el mismo número de carriles es la primera premisa que lleva a descartar nuevos problemas con los flujos de tráfico en esta zona de la ciudad. En segundo lugar, apuntan las mismas fuentes, la red viaria de Oviedo está preparada para absorber sin mayores problemas los flujos de vehículos que el bulevar podría desalojar a un lado y a otro, a calles como la Tenderina Alta y Baja, la Avenida de Roma, Ángel Cañedo o Julio Álvarez Mendo. Todas ellas son vías que soportan unas medias en torno a los 15.000 vehículos diarios, y los especialistas señalan que, aunque el nuevo trazado pueda desplazar un poco los puntos críticos, no empeorará la situación.

En todo caso, el proyecto "Bosque y Valle", por "conservador" que pueda parecer en este aspecto, no persigue precisamente evitar problemas a los conductores, sino que estos prefieran pasear o andar en bici por la zona verde o utilizar el transporte público. De esta forma, también plantea la creación de una línea de autobús, el "bus bulevar". Se trata de una línea circular y de alta frecuencia que dibuja un "ocho" a lo largo del bulevar. En sus extremos, llega a la glorieta de la Cruz Roja y al nueva aparcamiento disuasorio junto al HUCA que figura en el proyecto, "conectando dotaciones y barrios aledaños", como resalta la memoria del proyecto.