A los vecinos de Santa Marina de Piedramuelle no les parece coherente la alternativa que propone la concejalía de Urbanismo, en manos de Somos, para zanjar los problemas del tráfico en la ciudad sin tener que construir el proyecto de Ronda Norte entre la rotonda de Luis Oliver y San Claudio que ya está sobre la mesa del Ministerio de Fomento. El Gobierno local, o al menos el partido que tiene las competencias en Urbanismo, pretende que el proyecto se modifique para sustituir el "tajazo" al Naranco por una vía que una Las Campas con la zona de La Pixarra y dé salida a los vehículos de la zona oeste de Oviedo hacia las principales vías de comunicación del centro de la región. En Piedramuelle aseguran que no se han tenido en cuenta las posibles consecuencias.
"En primer lugar, si se deriva todo ese tráfico hacia la N-634 -por la vía con la que conectaría esa carretera- se formará un embudo que traerá consigo atascos de categoría", denuncia Sergio Huerta, el presidente de la Asociación Plataforma Vecinal Santa Marina de Piedramuelle. Además, según sostiene Huerta, "la carretera no cuenta con aceras a su paso por el pueblo y tampoco hay sistemas de seguridad suficientes para garantizar la seguridad de los peatones". El presidente del colectivo vecinal afirma que en Piedramuelle, a pesar de ser un punto en el que ya se han registrado varias víctimas mortales, "no hay ni un solo paso de cebra, ni radares ni nada de eso", con lo que "los coches que tienen que ir a cincuenta por hora pasan a más del doble".
Sergio Huerta afirma que la asociación a la que representa "no se considera con potestad como para decir por dónde debe de discurrir el trazado" de una infraestructura clave para el desarrollo de la ciudad, "pero lo que sí decimos es que eso no tendría ningún sentido si antes no se adecua la zona para que pueda soportar todo ese tráfico".
Es más, los vecinos de Santa María de Piedramuelle consideran que esas actuaciones deberían de llevarse a cabo independientemente de que se construya esa carretera. "No sé a qué están esperando. Seguramente tendremos que lamentarlo cuando haya otro accidente mortal. Vivimos a tres kilómetros del centro de Oviedo y parece que tenemos la lepra. A la zona rural no se le atiende", subraya Huerta.
