José Antonio Sáenz de Santamaría, decano del Colegio de Geólogos de Asturias, se enerva hablando del proyecto urbanístico de los arquitectos pamplonicas Miguel Ángel Tejada y Carla Eslava ganador del concurso del Ayuntamiento de Oviedo para el futuro bulevar de Santullano, y no porque ​le disguste el diseño urbanístico, matiza, sino porque, dice, carece del rigor y los estudios geotécnicos que requiere cualquier actuación en un subsuelo que califica, de forma categórica, como "el peor de la ciudad". Para apoyar esa afirmación alude al hundimiento de los bloques de viviendas de Ventanielles, a principios de los años 90, por las excavaciones del aparcamiento subterráneo del Palacio de los Deportes, y a la fallida cimentación del edificio del vivero tecnológico, en el mismo barrio, y que acabó por no construirse.

Además, José Antonio Sáez de Santamaría teme el efecto que la proximidad del lago y la humedad podría tener en la conservación de las pinturas murales de la iglesia prerrománica de San Julián de los Prados. De ello ya advertían ayer, en las páginas de LA NUEVA ESPAÑA, varios expertos en patrimonio prerrománico.

Sáenz de Santamaría explica que "desde la plaza de la Cruz Roja y hacia abajo, había un río; hay capas de arcillas muy carbonosas; se vertían basuras en la época medieval" y además, bajo las capas de arcilla, hay yeso, con cavidades llenas de agua. Fue el corte de una de esas cavidades y su posterior vaciamiento los que hicieron, hace un par de décadas, que el subsuelo se asentara y las casas de Ventanielles se vinieran abajo.

"Nos tuvimos que gastar cuatro mil millones de pesetas en tirar toda una manzana de viviendas y construir nuevas casas a los paisanos que vivían en ella, y ahora quieren hacer dos aparcamientos y poner agua en un lago", se escandaliza el decano de los geólogos.

Explica, y dice que está cansado de "defender lo evidente", que los proyectos urbanísticos requieren informes geológicos y que "el subsuelo no se ve pero lo condiciona todo".

Sáenz de Santamaría dice no tener nada que decir en contra del diseño urbanístico realizado por el estudio de los arquitectos navarros en superficie. Como geólogo sí tiene muchos reparos. "Las infografías lo aguantan todo, lo que no aguanta es el terreno; enséñenme los informes y los cortes geológicos de la zona", reclama.

José Antonio Sáenz de Santamaría tiene una larga lista de preguntas que hacer acerca del proyecto para el futuro bulevar de Santullano: "qué datos se han tomado, que sondeos se han hecho, que características tiene la zona para sustentar el lago y los aparcamientos...".

La del lago, dice, es una cuestión que merece capítulo aparte, ya que requiere un estudio detenido del método de impermeabilización del fondo, un procedimiento que resulta "costosísimo", y asegurarse de que no se produzcan filtraciones, y prever las consecuencias en el caso de que ocurrieran.

El del futuro bulevar de Santullano es "el peor subsuelo de la ciudad, y eso no es nada nuevo, está publicado en el libro ´Geología de Oviedo´, editado por el Ayuntamiento de Oviedo en 1995".

El proyecto ganador del concurso para urbanizar la entrada de la autopista "Y" en Oviedo, transformándola en un gran bulevar, contempla la construcción de tres glorietas que descargarán el volumen de tráfico, desviándolo a las calles adyacentes, y un par de aparcamientos subterráneos, además de generar un espacio arbolado, a modo de un bosque urbano en torno a un gran lago.