Aunque los datos no son como para tirar cohetes, las últimas lluvias caídas en Asturias han servido para que el embalse de los Alfilorios -la principal fuente de abastecimiento de Oviedo- salga de los "niveles alarmantes" en los que se mantenía desde hace tiempo, según explicaron ayer fuentes municipales. "El agua que cayó hace unos diez días en la zona del embalse ha sido de mucha ayuda. Hoy -por ayer- los niveles rondan el cuarenta por ciento cuando llegaron a estar por debajo del treinta", señalan las mismas fuentes. Las cifras son esperanzadoras teniendo en cuenta la situación, pero lo normal es que a estas alturas del año el embalse se mantenga alrededor del ochenta por ciento de su capacidad.

Varios meteorólogos y expertos en hidrología consultados en su día por este diario no se explicaban por qué el embalse de los Alfilorios llegó a encontrarse por debajo del treinta por ciento de su capacidad cuando la media del resto de los pantanos asturianos superaba el setenta por ciento. Meteorólogos e hidrogeólogos llegaron a apuntar a la "mala gestión" de Aqualia o a "una fisura" en el pantano como principales hipótesis de la escasez, pero desde la empresa que gestiona el agua en Oviedo lo negaron con contundencia. Los responsables de la firma explicaron entonces que los bajos niveles que se registraron en el embalse de los Alfilorios son consecuencia del impacto provocado por la escasez de precipitaciones en los doce manantiales que conforman el llamado canal del Aramo, la principal fuente del municipio y una las vías que permite llevar suministro hasta el pantano.

La escasez de agua en Los Alfilorios llevó al Ayuntamiento de Oviedo a tomar medidas. El Consistorio ha cerrado las fuentes ornamentales del municipio que no cuentan con un circuito cerrado como medida de ahorro para paliar la situación. El Consistorio también ha apagado algunas fuentes de agua potable y lavaderos de la zona rural que cuentan con un flujo continuo de suministro que se pierde por los desagües y no se está aprovechando.