Los menores que hoy atiende Cáritas son hijos de unos padres que Cáritas ya atendió en su momento o sigue acompañando en sus necesidades y nietos de los abuelos que también pasaron por la ONG. Es lo que los técnicos llaman transmisión intergeneracional de la pobreza (TIP) y que viene a demostrar que en España el sistema de colchón social y el modelo educativo no son lo suficientemente eficaces como para romper esa perversa cadena de exclusión.

Lo explicó ayer en Oviedo el coordinador nacional de un estudio sobre esa TIP que parece dar la razón al determinismo, Raúl Flores Martos. El informe fue presentado en dos actos, el primero, por la mañana, a los medios de comunicación; el segundo, por la tarde, a la sociedad civil, en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, en el que intervinieron el director de Cáritas Asturias, Ignacio Alonso, y la responsable del área de desarrollo social de Cáritas Española, Carmen García Cuestas.

Y los resultados aconsejan una respuesta urgente que tiene que venir de las políticas públicas. Ocho de cada diez personas que vivieron graves dificultades económicas en su infancia o adolescencia siguen sufriendo esas dificultades en su vida como adultos. O sea, la pobreza se hereda.

Otra estadística del Informe TIP que confirma la teoría: el 41% de los adultos que vivieron una adolescencia con problemas económicos muy frecuentes no consiguió alcanzar la educación Secundaria. El porcentaje se reduce en 33 puntos en aquella población que nunca tuvo dificultades económicas y que tan sólo queda varada en un 8%.

La educación queda retratada en el estudio de Cáritas. "Nuestro sistema educativo es una barrera para que las personas puedan mejorar sus condiciones de vida. Hoy en día ese sistema no es generador de igualdad de oportunidades ni sabe compensar los distintos puntos de partida" de los menores en su carrera de aprendizaje.

Hogares monoparentales

Los pedagogos huyen del determinismo, pero las estadísticas aconsejan un esfuerzo para evitarlo. El Informe TIP indica que el 80% de las personas cuyos padres no alcanzaron la educación Primaria no logra completar estudios secundarios. En otros términos, la pobreza se multiplica casi por dos en aquella población cuyos padres no pudieron completar ninguna etapa educativa. Nos dice el Instituto Nacional de Estadística (INE) que España es el tercer país de la Unión Europea con más pobreza infantil tras Rumanía y Bulgaria. Hay dos tipos de pobreza infantil, la relativa y la severa. Las cifras españolas en relación con la primera alcanzan el 30%, nueve puntos más que la media de la UE.

Los autores del informe prefieren el término pobreza familiar al de pobreza infantil. "No se trata sólo de niños en situación de abandono, sino de menores que viven en hogares expuestos a pobreza y exclusión", en muchos casos en contextos monoparentales (hay que añadir el concepto de familia monomarental: madre e hijos). La tasa de pobreza en los hogares sin menores es en España del 16%, y asciende hasta el 28% en los hogares en los que sí viven menores de edad.