Oviedo lleva desde el pasado día 23 de octubre sin utilizar ningún tipo de radar que detecte los excesos de velocidad. Están todos apagados, tanto los fijos, como el cinemómetro móvil que utiliza la Policía Local en distintas calles de la ciudad para "cazar" a los conductores imprudentes. Fuentes municipales consultadas por este diario aseguran que el concejal de Seguridad Ciudadana, el socialista Ricardo Fernández, ordenó que los agentes dejasen de emitir multas derivadas de las mediciones de este tipo de aparatos a raíz de una serie de sentencias judiciales que declaran ilegales las sanciones.

El Ayuntamiento tomó la decisión de apagar todos los radares tras el último varapalo judicial. En esta ocasión, el Juzgado de lo Contencioso Número 3 de Oviedo dio la razón a un conductor que fue multado por exceso de velocidad y que alegó en su defensa que las cabinas fijas en las que se coloca el cinemómetro -el aparato va rotando por los diferentes soportes que existen en Oviedo- no cuentan con el certificado que certifica su fiabilidad.