"Probablemente, la economía española registrará un crecimiento más lento a lo largo de 2018, pero eso no significa que vaya a estar más débil". Así lo aseguró ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA el economista Diego Barceló Larran durante una conferencia en la que habló de las perspectivas para el año que viene en relación con la crisis política desencadenada en Cataluña.

Barceló advirtió que el resultado de las elecciones del 21 de este mes también tendrá mucha influencia, sobre todo de cara al exterior. "Si ganan las CUP no será un problema grave para España, ya que actuará el Estado de derecho, pero se proyectará una imagen de conflictividad que resulta negativa".

Cataluña será una de las comunidades que tendrán mayores dificultades a la hora de encarar el próximo ejercicio. "La fuga de empresas y toda la locura que se ha generado harán que la economía catalana crezca por debajo de sus posibilidades reales".

Menos paro y más salario

Para Barceló Larran las claves de la recuperación española han estado en las reformas puestas en marcha por el Gobierno, unidas a la política expansiva del Banco Central Europeo. "Para que aumenten los salarios es imprescindible que baje la tasa de paro, y seguramente eso es lo que va a pasar".

Ahora bien, el asalariado no notará demasiado ese presunto aumento de poder adquisitivo. En ese punto, Barceló consideró importante para España mantener un nivel bajo de precios del petróleo, ya que el país importa todo el crudo que consume.