Sabina Sánchez se llevó una cortadora de alimentos a cambio de darle una “vaporeta” a Carmen Canteli. Hicieron el trueque en el mercadillo que tres asociaciones vecinales celebran el primer sábado de cada mes en los soportales del centro social de Colloto. Las agrupaciones Santolaya, Parque Principado y Valeriano León organizan este zoco con toques de filosofía antigua en pleno siglo XXI con el objetivo de reutilizar todos aquellos objetos que ya no se quieran. Bueno, y de paso “hacer hueco en casa”.

Canteli regenta uno de los cerca de veinte puestos del mercadillo. Allí expone lo que ya no le hace falta y le ocupa espacio. “Es mercancía propia”, explica. Allí hay zapatos, bolsos, piezas de ganchillo, muñecos, un GPS sin estrenar, botellas de vino en sus cajas, ropa o bisutería. El que quiera algo puede obtenerlo por trueque o por la habitual compraventa con un generoso descuento. “El otro fin de semana vendí una maleta por 50 euros y a mí me había costado 30.000 pesetas”. La peculiar tendera, secretaria de la asociación Valeriano León, calcula que ofrece un descuento del 70 por ciento en sus productos, muchos sin estrenar.

Josefa Coto, de la asociación Santolaya, regala o vende más que utiliza el trueque. Lo suyo es hacer pastas de mantequilla y el público prefiere dejar al margen la alimentación cuando se trata de cambiar una cosa por otra. La repostera participa en el mercadillo mensual desde hace dos años (la actividad tiene tres años de vida) que es justo el tiempo que su marido lleva recibiendo tratamiento de quimioterapia. “Hacer las pastas, darles diferentes formas y decorarlas me ayuda a distraerme y olvidarme de los problemas”.

El Ayuntamiento de Oviedo cedió este año el espacio junto al centro social de Colloto para organizar el mercado, que antes estaba en Granda (Siero), con el objetivo de aumentar el espacio y favorecer la incorporación de nuevos puestos de trueque o venta.

Bajo el título “Ras-Trueque Colloto” y en horario de 11 a 15 horas, los vecinos de la zona dan salida a lo que no usan y otros encuentran justo lo que buscaban. También hay excedentes de la huerta y artículos de artesanía hechos por profesionales del sector que comparten espacio con bicicletas recién sacadas del trastero o abrigos de piel con una sola puesta. Mientras, un grupo de música acompaña la mañana, ayer fue el turno de “Panorama desolador”.