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La Real Audiencia llegó al Principado en 1717, hace ahora 300 años

La figura del regente sustituyó en Asturias a la de los corregidores como representantes del poder central en 1717, hace justo ahora trescientos años, cuando Felipe V establece la Real Audiencia en Oviedo. Fue a través de una Real Cédula expedida por el monarca en el Palacio de El Pardo el 30 de julio de 1717.

Hasta entonces, Oviedo estaba sometida a la Real Audiencia de Valladolid, y la creación del nuevo órgano tenía como objetivo la de someter un poco más a los poderes locales al poder del Rey.

El regente, como los corregidores, era un cargo que tenía que ocupar alguien de fuera de Asturias y la creación de la Real Audiencia en Oviedo supuso una serie de gastos extra bastante elevados. Mantener la Audiencia era muy caro, entre gastos y sueldoes, y el coste añadido se repartió entre todos los concejos de Asturias. Anualmente se calculaban los gastos y todos los concejos financiaban el órgano solidariamente con un dinero que pagaba su mantenimiento.

Que Oviedo fuera la sede de determinados órganos de gobierno suponía, según los casos, que los concejos tenían que mantenerlos o que el poder centrar tenía que financiarlo, pero no suponía necesariamente una financiación extra para la ciudad.

Los gastos de la Junta General, que se reunía cada dos o tres años, también tenían unos fondos específicos, pero Oviedo no recibía más por ser la ciudad destacada y el lugar donde se reunían los procuradores.

En este caso, no obstante, había la pequeña salvedad de que la Junta General sí pagaba para la ciudad el sueldo de un oficial de justicia, cosa que no sucedía con el resto de concejos del Principado.

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