583 días después del pavoroso incendio que se cobró la vida del bombero Eloy Palacio y destruyó por completo el número 58 de la calle Uría, el edificio reabrió ayer sus puertas totalmente rehabilitado y con un acto tan simbólico como solidario. Elaine (Nani) Antunes, propietaria del salón de belleza que estaba en el inmueble y que también fue pasto de las llamas, celebró la vuelta a la actividad en su remozado local con un recogida de alimentos no perecederos, turrones y juguetes con destino a la ONG "Ningún niño sin cenar". "Me ha costado mucho trabajo y la espera ha sido larga, pero se ha conseguido", afirma Antunes. Esta brasileña, que lleva once años en la ciudad, no tiene más que palabras de agradecimiento para los amigos y las clientas que le han echado una mano para recuperar su negocio cuando aún no ha recibido las indemnizaciones del seguro para cubrir un siniestro que conmocionó a Oviedo el 7 de abril de 2016.

Nani Antunes perdió en aquel incendio su negocio y su vivienda. "Me quedé con lo puesto", afirma. Sin embargo, cuando aún no habían pasado ni dos semanas desde el suceso, esta batalladora mujer ya estaba trabajando fuerte para recuperar lo que tanto le había costado conseguir. El esfuerzo, confiesa, "mereció la pena", a la espera de que se solventen los trámites de los seguros para cobrar una indemnización que le vendrá de perlas para continuar adelante.

Eficiencia energética

La reforma, llevada a cabo por la empresa Pevida Construcciones y Proyectos, ha convertido el número 58 de Uría en uno de los edificios más vanguardistas de Asturias. Es el primer inmueble de la región de varias alturas en contar con el novedoso estándar de eficiencia energética "passiv haus". Se trata de un sistema controlado por una máquina del tamaño de una nevera que permite lograr los máximos estándares de confort con un gasto mínimo en energía. Y es que, por ejemplo, no es necesaria calefacción para mantener el edificio a una temperatura de entre 20 y 22 grados.

Una vez rehabilitado, el edifico cuenta con tres plantas de oficinas y una cuarta, arriba del todo, destinada a vivienda. Según los promotores, los despachos en alquiler ofrecen "las mejores condiciones de confort, ahorro de consumo y sostenibilidad".

Lo primero que se hizo tras el incendio fue culminar las obras de demolición y desescombro. La rehabilitación en sí empezó el pasado mes de enero con el desmontaje de las dos plantas superiores. Todas las piezas obtenidas se numeraron para utilizarlas en la cuidadosa reconstrucción de un edificio en cuya fachada se ha colocado una placa de recuerdo y homenaje a Eloy Palacio.