"Lo tuvo todo a favor para hacer lo que quería hacer desde hacía tiempo". Es la conclusión de la familia de Pilar Vigil. La mujer, cuyo cuerpo apareció ayer en una canal de una central hidráulica en Puerto (Oviedo) sufría depresión, "aunque yo no la veía tan mal", confesaba su hija, Pilar Menéndez, poco después de que los operarios de la funeraria sacasen el cuerpo de su madre del agua.

Pilar Menéndez siguió en silencio el proceso de rescate del cadáver. "Llevaba años diciéndolo y al final lo hizo", se lamentaba la mujer.

Desde el primer momento se barajó la posibilidad de que la desaparición de Pilar Vigil el pasado 1 de diciembre fuese voluntaria. Se buscó su cuerpo durante días en el río Nalón ya que se tenían sospechas de que se hubiese arrojado al agua desde un puente.

La investigación de la desaparición comenzó el sábado día 2 después de que su hijo presentara una denuncia en la Comisaría de la Policía Nacional de Langreo. La búsqueda se emprendió de inmediato y el dispositivo fue creciendo a medida que pasaban los días. Los familiares participaron intensamente en la búsqueda de la mujer desde el primer momento.