Oviedo liquidará hoy su modelo festivo durante los últimos 70 años, que son los que tiene la Sociedad Ovetense de Festejos (SOF). El presidente de la sociedad, el concejal de Festejos Roberto Sánchez Ramos (IU) dará cuenta hoy, en la asamblea general extraordinaria de la sociedad, del acuerdo municipal para denunciar el convenio con el Ayuntamiento, que se extinguirá el 1 de enero; informará de sus consecuencias y presentará las propuestas para afrontar la nueva situación.

En principio, existen dos posibilidades. En un primer momento, la SOF deberá adoptar nuevos estatutos y nombrar una nueva junta directiva. La junta de gobierno de la Sociedad aprobó limitar las funciones de la sociedad a la organización del desfile del Día de América en Asturias y al reparto de bollos en San Mateo y la Ascensión. Esta versión deja la puerta abierta a organizar "otras actividades", que la oposición, el PP, vincula a una vía de escape para que siga adjudicando los chiringuitos.

Pero el alcalde, Wenceslao López (PSOE), abrió una segunda puerta hace unos días: la de cambiar el estatus jurídico de la sociedad, reconvirtiéndola en una empresa pública de festejos y turismos, que de ese modo podría encargarse de la organización de más actividades. Lo que no ha aclarado hasta el momento el Alcalde es la manera en que tiene pensado hacerlo.

La pasada semana se hizo efectivo el despido de siete de los ocho empleados de la SOF, una medida que el PP criticó duramente, sobre todo teniendo en cuenta la proximidad de la asamblea de socios. Los despedidos son el director técnico y artístico, el coordinador de actividades artísticas, el director técnico de actividades folclóricas, el ayudante del director técnico artístico, la secretaria, la jefa administrativa y el auxiliar administrativo y sus indemnizaciones están en riesgo, por la falta de liquidez de la sociedad.

El pasado mes de noviembre, la Sociedad de Festejos paralizó el pago de todas las facturas de las últimas fiestas de San Mateo, a excepción del caché de los artistas. Los responsables de la SOF dieron inicialmente un plazo de quince días para efectuar los pagos y acabó admitiendo que no había fecha de cobro.

Los acreedores de la SOF expresaban por entonces su temor a que esas facturas no fueran subrogadas por los nuevos responsables de festejos y tuvieran que emprender una batalla judicial para poder cobrarlas.

Los técnicos municipales declararon en verano que el convenio renovado sistemáticamente desde 1997 entre la SOF y el Ayuntamiento para organizar las fiestas ya "no es conforme a derecho". El edil de Festejos y presidente de la SOF, Roberto Sánchez Ramos anunció que lo mantendría hasta finales de año antes de proceder a la disolución del colectivo. Poco después, el concejal dijo contar con informes técnicos favorables sobre la posibilidad de que la sociedad se mantenga en 2018, con el único cometido de organizar el Día de América en Asturias y el reparto del bollo de San Mateo y la Ascensión e incluso pidió a los partidos de la oposición municipal, PP y Ciudadanos, que respaldarán esa salida.

El plan de viabilidad de la SOF de Sánchez Ramos pasaba por reformar los estatutos para poder elegir una nueva junta directiva sin representantes municipales y mantener un empleado financiado con las cuotas de los alrededor de 3.000 socios de la SOF, patrocinios y una cantidad municipal que llegaría por un convenio expreso para los preparativos del Día de América.