El Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) ha cambiado parcialmente la sentencia dictada en marzo por la Audiencia Provincial sobre el "crimen de la maleta" que condenaba a Fadila Chardoud y David Fuentes a 33 años y cinco meses de cárcel por asesinar al hijo de la chica -el pequeño Imran, de 21 meses--el pequeño Imran, de 21 meses y meter su cadáver dentro de una maleta tirada en el apeadero de tren de la Argañosa. La Sala ha reducido trece años la pena de la madre, que ahora cumplirá 20 años y tres meses, y ha declarado nula la condena para ambos relativa al delito de lesiones, que deberá someterse otra vez a juicio por un tribunal técnico sin jurado.

El TSJA ha estimado en parte los recursos de las defensas de los acusados, el letrado Fernando de Barutell en representación de David Fuentes, y Belén González por Fadila Chardoud. El fallo rebaja la condena de la joven al dejar sin efecto la agravante de parentesco en los delitos de malos tratos y asesinato, pasando a considerarla cómplice en lugar de autora por omisión. Por eso, le impone la pena de dos años y tres meses de cárcel por malos tratos y de dieciocho años por asesinato en grado de complicidad.

Uno de los magistrados de la Sala de lo Civil y lo Penal del TSJA, Ángel Aznárez, discrepó con la argumentación y el fallo votando de manera diferente en favor de la repetición de todo el juicio por defectos de forma, tal y como había solicitado el abogado Barutell. Para Aznárez, hay una contradicción entre los hechos declarados probados y no probados por el jurado. Apunta que el objeto del veredicto aprobó tanto lo propuesto por la Fiscalía como lo propuesto por la acusación particular "en hechos divergentes e incompatibles". Por ejemplo, señala que el jurado da por probado tanto que el maltrato cometido por David Fuentes era sólo contra el niño, como que era contra el niño y su madre.

El cadáver del pequeño Imran fue hallado en octubre de 2014 en el interior de una maleta junto a las vías del tren cercanas al apeadero de La Argañosa. El caso es uno de los crímenes más brutales de la historia negra reciente de Oviedo. El niño murió al menos tres días antes de que unos operarios lo encontraran dentro de la maleta cuando estaban cortando la hierba de los márgenes de la vía del tren. Según la autopsia, le zarandearon, le arrastraron (el cuerpo tenía erosiones y laceraciones compatibles con esa práctica) y por último le golpearon "con muchísima fuerza" contra la pared o el suelo.