La Guardia Civil y la Policía Nacional buscan desde ayer a un hombre "de unos treinta años", delgado y con barba, que trató de atracar una oficina del Banco Sabadell en la localidad ovetense de San Claudio. El presunto autor del asalto huyó a pie del lugar de los hechos sin haberse llevado ni un solo euro y sin haber empleado ningún tipo de violencia, por lo que los dos trabajadores que estaban en la oficina resultaron ilesos. De hecho, el hombre no utilizó ningún arma para amenazarlos durante su intento de llevarse el botín, según explicaron ambos después de lo ocurrido.

Los empleados afirman que el hombre entró a la entidad bancaria -situada en el número 20 de la Carretera de la Estación- a eso de las diez menos cuarto de la mañana. Lo hizo a cara descubierta y sólo se tapó con la capucha de la sudadera que vestía una vez en el interior de la oficina, por lo que las cámaras de seguridad pudieron grabar su rostro de forma nítida. Los trabajadores aseguran que estaba "muy tranquilo" y que ni siquiera levantó la voz durante el asalto. Lo único que les dijo fue lo siguiente: "Ya sabéis cómo funciona esto, venga, dadme la pasta".

Los empleados accedieron al momento, pero avisaron al hombre de que los dispensadores en los que está el dinero tienen un sistema de retardo, es decir, que tardan en abrirse precisamente como medida para evitar en lo posible situaciones como la que se vivió ayer en San Claudio. Dicen los trabajadores que fue escuchar eso e irse por la puerta tal cual había venido. "Se marchó caminando por el parque que hay enfrente y no se llevó ni la calderilla que tenemos a la vista. Iba caminando, como si no hubiese pasado nada", explica uno de los testigos. Antes de marcharse lanzó otro mensaje: "habéis tenido suerte", dijo.

Lo primero que hicieron los agentes de la Guardia Civil tras llegar al lugar de los hechos fue hacerse con las grabaciones de las cámaras de seguridad del banco y extraer una captura en la que se distingue la cara del presunto atracador, una instantánea a la que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA y que puede verse superpuesta sobre una de las fotografías que acompañan a este texto. Poco después, San Claudio ya estaba completamente sitiado por las fuerzas del orden y todos los agentes de servicio contaban con la imagen del presunto culpable. En todas las entradas de la localidad había patrullas de agentes parando a los vehículos y comprobando su interior.

Los empleados que se encontraban trabajando en el momento del atraco no sufrieron daños, pero se llevaron un susto que van a tardar en olvidar. "Todavía estamos muy nerviosos. Aquí nunca nos había ocurrido algo así y la verdad es que uno llega a pasar mucho miedo. No iba armado y no se puso violento, pero nunca se sabe lo que puede pasar en situaciones como esta", explicaba uno de ellos hora y media después de lo ocurrido. La entidad bancaria permaneció abierta durante toda la mañana y los clientes pudieron realizar operaciones con toda normalidad. "Nos han dicho que uno de nosotros va a tener que pasar a prestar declaración, pero por el momento seguimos trabajando", afirmaba el mismo trabajador.

El intento de atraco pasó desapercibido en un primer momento, pero a lo largo del día la noticia se propagó por todo San Claudio. "Esperemos que lo atrapen cuanto antes y que pongan más seguridad en la zona para que no ocurra más", pedía María Gómez, una vecina.