Los canónigos de la Catedral de Oviedo comienzan el día oyendo misa en la capilla de Santa Bárbara. Ayer, cuando entraron a primera hora de la mañana se encontraron el suelo encharcado y al mirar hacia lo alto comprobaron que uno de los ventanales de la linterna -la torrecilla que la remata- se había desprendido durante la noche, cuando más azotaba el temporal "Bruno". Afortunadamente, la vidriera cayó sobre el tejado que da a la calle Santa Ana, así que no causó daño a ningún viandante y, a pesar del impacto, a simple vista parecía intacta. Por precaución, hasta que sea recolocada, la calle Santa Ana permanecerá cortada.

A media mañana, el Cabildo catedralicio llamó a los bomberos, que instalaron una autoescalera entre la plaza de la Catedral y la calle Santa Ana. Desde ella accedieron al tejado y aseguraron el ventanal con cuerdas. Prefirieron dejarlo allí, en lugar de retirarlo, por motivos de seguridad y valorando que en breve habrá que volver a subirlo, para recolocarlo en el vano.

El deán de la Catedral, Benito Gallego, siguió desde la plaza de la Catedral la intervención de los bomberos, que se marcharon pasada la una y media de la tarde. Aseguró que el Cabildo recolocará la vidriera "con la mayor diligencia" pero admitió que lo más probable es que no sea hasta pasadas las fiestas.

Explicó que la instalación del ventanal debe realizarse desde el exterior del edificio y trabajando de pie sobre el tejado: con la lluvia resultaría inseguro. Hay que esperar a que cese el temporal. Además, el Cabildo quiere contar con el metalista que fabricó la ventana y dirigió su colocación, en el año 1999, y que estos días está fuera.

Benito Gallego está tranquilo porque los bomberos le han asegurado que el ventanal ha quedado bien fijado al tejado y a los muros de la capilla con cuerdas, algunas incluso atadas en el interior, así que parece que haya riesgo de que se desplome sobre el suelo. El Cabildo tampoco está demasiado preocupado por la posibilidad de que el agua de lluvia que se cuela por la ventana abierta cause daños dentro de la capilla. El deán afirma que el agua cae directamente sobre el suelo y no hay escorrentías en los muros. Se estudiará colocar algún elemento para retenerla pero de momento no parece que las filtraciones de agua vayan a ser un problema, según Benito Gallego. Más problemas parece que dará soportar el frío que se propaga por todo el edificio desde la ventana abierta.

La capilla permanecerá clausurada hasta que se arregle el ventanal. La misa capitular de las nueve y cuarto de la mañana, que se celebra todos los días en ella, ya se trasladó ayer a la de Santa María del Rey Casto.

El del ventanal de la capilla de Santa Bárbara parece ser el único desperfecto que el vendaval "Bruno" ha causado en la Catedral. A día de ayer, el Cabildo no tenía constancia de que ningún otro.

La intervención de los bombero, en un edificio tan singular como la Catedral y a una hora de tanto trasiego, levantó una gran expectación y muchos viandantes se detuvieron en medio de la plaza, interesados por lo ocurrido.

La de Santa Bárbara es una capilla edificada en el siglo XVII y de estilo barroco. Precisamente la linterna que la remata y de la que se desprendió el ventanal es uno de sus elementos arquitectónicos característicos. El obispo que encargó la construcción de la capilla pretendía que, además de servirle de panteón, fueran trasladadas a ella todas las reliquias de la Cámara Santa, una idea que, evidentemente, no prosperó.