La diversión llega acompañada de la innovación al Talud de la Ería. Una decena de niños de entre 8 y 12 años de la ciudad completaron ayer uno de los talleres más originales de la Navidad ovetense. La iniciativa, con actividades como la elaboración de postales mediante programas informáticos y la robótica de cartón, conquistó a los inscritos que durante las mañanas de ayer y anteayer sonrieron y aprendieron a partes iguales.

El taller es una apuesta del Centro de Excelencia de la Gestión de la Innovación de Oviedo (CTIC) para acercar la tecnología a los más pequeños al mismo tiempo que ayuda a conciliar a los usuarios del espacio coworking de la ciudad. El éxito está demostrado con sólo preguntar a los protagonistas. "Es muy divertido", señala el pequeño Luis Iglesias mientras sostiene su mano robotizada de cartón elaborada por sus propios medios.

La extremidad, diseñada también por los protagonistas en tres dimensiones gracias a los avances de la informática, fue la guinda a dos días de mucho aprendizaje en los que cada uno de los niños dio rienda suelta a su creatividad. "Sorprende lo rápido que aprenden", indica la monitora de una actividad que se repetirá la próxima semana en el Vivarium de La Corredoria los días 3 y 4 de enero, para la que todavía hay cinco plazas vacantes.