Guillermo Díaz Bermejo es un jurista ovetense que hizo carrera en la empresa privada. Trabajó en compañías de seguros y fue director general de Credit Suisse en Bilbao durante siete años. Desde hace cuatro años está jubilado y de vuelta en Oviedo. Tras su retiro se incorporó al colectivo Secot (Séniors Españoles para la Cooperación Técnica), creado en 1995 para asesorar de manera altruista a jóvenes emprendedores. Recientemente resultó elegido presidente de la asociación para los próximos cuatro años.

-¿Con qué objetivos inicia su periplo en la presidencia de Secot?

-Queremos que nos conozca más gente. Muchos jóvenes se pierden en organismos públicos y no llegan a nosotros. Por otro lado, queremos apostar por la formación y reciclaje de los séniors en campos como las nuevas tecnologías para resistirnos a que nos llamen viejos.

- ¿Qué les diferencia de una ventanilla única?

-Ese modelo permite hacer todas las gestiones, pero los responsables no disponen de la experiencia que ofrecemos y nosotros encima no cobramos. Advertimos de los riesgos de emprender un negocio y damos vueltas a las ideas para darles un plan de viabilidad.

- ¿Cambió mucho el mercado laboral desde sus inicios?

-Antes se empezaba a trabajar de más jóvenes. Te casabas con una empresa y la querías. Ahora hay mucha más movilidad y gente sobrecualificada en ciertos puestos, lo que puede llegar a ser frustrante. Hay mucho joven preparado desaprovechado por las empresas.

- ¿Atienden los jóvenes a sus consejos?

-La dificultad de una empresa a veces está en casar la fuerza de los jóvenes con la experiencia de los maduros. Yo abogo por la incorporar órganos como el consejo de ancianos de los indios, que advierten de los peligros a las nuevas generaciones.

- ¿Cuántos emprendedores pueden atender cada año?

-Hay dos vías. Por una, nos pueden llegar hasta un centenar de proyectos con escaso o nulo futuro. Después hay un grupo reducido de 18 o 20 propuestas en las que se empieza a trabajar. Suelen llegar a la meta de desarrollar un negocio, algunos con éxito. En Asturias tenemos dos casos de empresas de auténtico éxito. Nuestro salario es disfrutar de ese éxito.

- ¿Cómo es su método de trabajo?

-Hacemos una entrevista de contacto. Luego pedimos datos concretos y empezamos a trabajar en el proyecto real. En primer lugar hacemos el papel de malo sacando todas las cosas negativas y si hay alternativas y respuestas interesantes pasamos a hacer de buenos y diseñar un plan de viabilidad. Somos como el banquero al que hay que convencer en cinco minutos para que te dé financiación.

- ¿Cuál es su público objetivo?

-Buscamos asesorar de manera altruista a personas con pocos recursos. La gente pudiente suele recurrir a asesores de pago. Nosotros ayudamos gratuitamente tanto a emprendedores como a las pequeñas ONG con poca capacidad.

- ¿Es partidario de alargar la edad de jubilación para salvar las pensiones?

-Es mentira que el sistema de pensiones esté quebrado. Muchos estuvimos cotizando durante 40 años, llenando un cajón muy grande. Eso se utilizó para otras cosas y ahora los Presupuestos Generales del Estado tienen el deber de garantizar las pensiones. Hace falta una incorporación al mercado laboral más temprana de los jóvenes y quizás habría que aumentar la edad de trabajo voluntario.

- ¿Cuesta adaptarse a las nuevas tecnologías?

-Es una cuestión de mentalidad. Por suerte, en Secot realizamos muchos cursos de reciclaje y estamos muy al tanto de aspectos como el riesgo de las redes sociales. Los jóvenes deben tener muy en cuenta su reputación virtual. Las empresas, lo primero que hacen ahora es analizar los perfiles de Facebook o Twitter y hay que tener mucho cuidado.

- ¿En qué sectores le ve futuro a Asturias?

-Falta cultura de emprendimiento como existe en el País Vasco. Aquí hay mucha cultura de vivir de papá Estado y alcanzar un puestín. De todos modos, hay que tener en cuenta que hay una enorme población mayor y puede ser una oportunidad. Los avances tecnológicos para hacer más fácil la vida de ancianos o la oferta de servicios para este sector de la población tienen muchas papeletas de triunfar en el entorno económico regional.