Nació en La Felguera, como su hermana Paz, pero Julita Cellino Villa, pasó toda su vida entre Oviedo, donde vivía, y Piloña, donde se había asentado la familia tras su matrimonio con José Villa Torre y el nacimiento de sus tres hijos, José Miguel, ya fallecido; Julia y Manuel Villa Cellino, presidente del consejo rector de la Universidad Nebrija.

Julia Cellino Villa falleció en Madrid, en casa de su hijo Manuel, el pasado día 1. Lo hizo de forma tranquila, acompañada y extinguiéndose poco a poco a sus 94 años de edad.

El cuerpo será trasladado a Oviedo y el funeral se celebrará esta tarde, a las siete, en la iglesia de San Pedro de los Arcos.

Julia y su hermana Paz pasaron los años de la Guerra Civil en Villa de Moros, cerca de Cadavedo. Una vez finalizada la contienda, la mujer se hizo maestra y su primer destino fue la aldea del Omedal, en Piloña. Tras casarse con José Villa Torre, pidió la excedencia y se trasladó a Oviedo para instalarse en la avenida de los Monumentos, donde también vivían los Posada Herrera y los Gavito Posada.

Julita era una gran cocinera, especialmente de caza y de pesca (trucha y salmón), ambas aficiones de su marido, pero por lo que más llamó la atención en Oviedo fue porque fue una de las primeras mujeres conductoras que se vieron en la ciudad. Julia Cellino Villa circulaba por Oviedo con un llamativo Volkswagen verde en los años cincuenta, cuando apenas había mujeres al volante.

La mujer falleció rodeada de su familia, igual que había vivido siempre, con el amor y el cariño de los suyos.