"Nicolás" es amigable, juguetón, mimoso y guapo, muy guapo, pero también lo son muchos de los doscientos perros que viven en el albergue municipal de animales de la Bolgachina. El can que apareció apaleado y metido en un saco en un contenedor de La Manjoya es un luchador que se ha convertido en un símbolo contra el maltrato animal, tremendo ejemplo de lo que es capaz el ser humano.

El perro pastor sigue sin familia en una jaula del albergue de Oviedo, no ve bien pero su fino oído le dicta donde está exactamente la mano que quiere acariciarle.

"Nicolás" es un ejemplo pero no el único. El animal comparte "casa" con otros perros que también han sufrido lo suyo. Han sido abandonados por sus dueños y tras las rejas de las jaulas ponen cara de pena ante los visitantes. Saltan, ladran, se alegran o lloran. Se dejan acariciar, lamen las manos amigas y a veces se vuelven locos, como cuando, ayer, un grupo de voluntarios los sacó de las jaulas para pasear.

El albergue celebró una jornada de puertas abiertas y más de medio centenar de personas acudieron a la llamada. Muchos eran ya conocidos del centro, como Mabel Valera, que adoptó allí un perro y ayer daba saltos de alegría al enterarse de que la hermana de su mascota, "Raquel", que llevaba allí cuatro años, también había sido adoptada.

Entre los visitantes estuvo la teniente de alcalde, Ana Taboada (somos), que destacó la importancia de este tipo de iniciativas y explicó que, además, el Ayuntamiento de Oviedo, en colaboración con el albergue, ha organizado la visita de voluntarios a doce colegios del concejo para que, durante los meses de noviembre y diciembre, un total de 600 niños recibieran lecciones para concienciarse de que "las mascotas no son un producto de consumo", como resumió Taboada. Un proyecto que seguirá adelante y al que se sumará un programa de voluntariado financiado a través de los presupuestos participativos, anunció la edil de Somos.

También a lo largo de las próximas semanas se realizarán obras en el albergue, para sustituir las cubiertas de uralita de las construcciones en las que están las jaulas. Se retirará el material que contiene amianto y se cambiará por uno nuevo y seguro.