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Los taxistas de Oviedo logran posponer la aplicación de los paros obligatorios

La normativa que obliga a los coches a parar un día concreto de cada siete no entrará en vigor de forma oficial "al menos" hasta la próxima semana

La parada de taxis de la calle Federico García Lorca. IRMA COLLÍN

Los taxistas ovetenses han logrado posponer la entrada en vigor de la normativa que les obligará a detener su vehículo durante al menos un día a la semana y en fechas impuestas por el Ayuntamiento. La medida, que debería haber entrado en vigor el pasado día 1 de enero, no comenzará a aplicarse "al menos" hasta la próxima semana después de una serie de negociaciones entre los representantes del gremio y el Consistorio que no estuvieron exentas de "tiranteces y forcejeos", según pudo saber este diario. "Al final conseguimos convencerlos de que nos diesen unos días más de plazo para que los cambios sean lo menos drásticos posibles y para poder organizarlo todo", explica Manuel Arnaldo, presidente del sindicato Asotaxi.

El Ayuntamiento intentó que la nueva normativa comenzase a aplicarse el día de Año Nuevo, pero los taxistas se hicieron fuertes agarrándose a un pequeño resquicio burocrático. Según la versión de los taxistas, algunos compañeros no habían recibido la notificación de forma oficial el día 1 de enero y eso les permitió ganar algo de tiempo. "Lo hemos hablado con la Policía Local y con el concejal de Seguridad Ciudadana -por el socialista Ricardo Fernández- y esta semana trabajaremos como siempre. Se está formalizando lo de las notificaciones y los propietarios de las licencias están pendientes de recibir las pegatinas que habrá que llevar a partir de ahora en los coches", señala Manuel Arnaldo.

Esas pegatinas llevan un número y un color, que es el código que permitirá saber si el taxi puede o no estar trabajando en función del día de la semana. "Han dividido la flota -en Oviedo hay 312 licencias- en siete grupos, uno por cada día de la semana. Los descansos serán rotatorios y comenzarán desde atrás hacia adelante, es decir, que si el primer descanso te toca de domingo, el siguiente será de sábado", explica el presidente de Asotaxi. "Por cierto, las pegatinas de los coches tenemos que comprarlas y pagarlas nosotros", añade el representante del gremio.

El Ayuntamiento sostiene que la regulación se impone precisamente con el fin de conciliar la vida laboral y familiar de los trabajadores del sector, aunque los trabajadores del taxi siguen sin opinar lo mismo. Los propietarios de las licencias sostienen que la medida impuesta por el Consistorio provoca "exactamente lo contrario", ya que los profesionales ya tenían establecido un sistema de descansos fijos para ellos y para sus empleados, "los que mejor se ajustaban a las necesidades de cada caso".

Los representantes del colectivo de conductores empleados por los titulares de los taxis, un gremio que aglutina a 198 personas en Oviedo, también advirtieron en su día de que la medida adoptada por el Ayuntamiento traerá consigo "una batería de despidos" en su sector. "Normalmente en un taxi trabaja el jefe y un empleado, que coordinan los descansos de manera que el coche funcione a diario. Pero si nos obligan a parar un día determinado y las dos personas tienen que descansar el mismo día habrá trabajadores que sean prescindibles", explicó en su día Juan Carlos Calvo, un conductor que promovió una recogida de firmas entre sus compañeros asalariados para exigir al Consistorio que diese marcha atrás.

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