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CRISTINA FERNÁNDEZ CUBAS | Premio Nacional de Narrativa por "La habitación de Nana", abre un nuevo ciclo de las Tertulias del Campoamor

"Un cuento es una aventura y yo quiero que me atrape en sus redes"

"En mi mundo narrativo lo indefinible o lo inquietante acecha en cualquier esquina y en medio de situaciones cotidianas"

Cristina Fernández Cubas, en una foto de Pilar Aymerich. LNE

Cristina Fernández Cubas (Arenys de Mar, Barcelona; 1945) es para muchos críticos la mejor cuentista contemporánea en lengua española. Ella hace notar que se siente intimidada ante una declaración tan categórica y da un giro a la conversación. Fue con un libro de cuentos, "La habitación de Nona", con el que ganó el Premio Nacional de Narrativa en 2016. La escritora reconoce que ese es el género que mejor se adapta a su "mundo narrativo".

- ¿Qué mundo es ese?

-Uno donde lo indefinible o lo inquietante acecha en cualquier esquina y en medio de situaciones cotidianas. Yo siempre he creído que el mundo esta lleno de agujeros negros. Me gustan las cosas que son difíciles de entender.

- ¿En su vida también es así o es solo literatura?

-No es tan truculenta. Todo forma parte de nuestras vidas, el día tiene veinticuatro horas y muchas de ellas, por las noches, las pasamos soñando y atravesamos el umbral a lo desconocido. Todos somos seres fantásticos.

- Sin dejar de ser reales.

-Yo busco la verosimilitud, cuanto más raro es algo más verosímil tiene que resultar para funcionar literariamente. Ahondar en los misterios de la vida cotidiana, eso es lo que me gusta.

- Ha escrito novela, pero está volcada en los cuentos.

-Empecé a escribir cuentos cuando en España no se les daba ninguna importancia y se pensaba en ellos como en un camino previo a la novela. El cuento es un género difícil, misterioso y mágico.

- ¿Qué cuentos lee usted?

-"La condición animal" de la argentina Valeria Correa Fid, y Jon Bilbao, "Estrómboli". Esos son los últimos que he leído.

- ¿Qué busca como lectora?

-No busco nada, lo que no quiero es que me lo den todo machacado. Un cuento es una aventura, y yo quiero que me rapte y que me atrape en sus redes, y que me haga seguir pensando al acabar de leer.

- Ganó el Nacional de Narrativa después de muchos años sin que fuese para una mujer.

-No lo sé, pero hay escritoras buenísimas en este país. No me voy a meter en si hay más o menos premiadas pero que hay excelentes escritoras, eso desde luego. Las ha habido siempre: Carmen Laforet, Martín Gaite, Ana María Matute...

- Con sus lectores, ¿nota algún cambio en los hábitos de lectura?, ¿la influencia de las nuevas tecnologías?

-Pues yo soy del papel. Sé que es un rollo acumular libros, pero tener un libro en las manos, con el olor de la tinta y el papel, es un acto sexual.

- ¿Es muy metódica escribiendo?

-Funciono a impulsos. Ahora estoy en un plano de introspección. Luego me agarra la necesidad y me encierro a escribir. Estoy con algo pero aún no está bien definido y todavía no quiero ponerle un corsé. A mí me gusta la libertad. Escribir es un acto privado: deja de serlo al publicar.

- ¿Maniática trabajando?

-No mucho. Me basta un cuarto, una mesa y una cierta tranquilidad. He escrito en trenes, me pasaría la vida en tren. Soy como Sheldon Cooper, de "The Big Bang Theory", Cooper, que es un loco de los trenes. Si voy sola me gusta leer, escribir... Lo paso en grande.

- Siendo catalana tengo que preguntarme por el proceso independentista.

-No, no tiene porque hacerlo. No lo haga.

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