La sombra de un suceso traumático se cierne sobre Pumarín. Una vecina del barrio denunció ayer por la mañana a su pareja por la presunta violación de su hija, de tan sólo cuatro años, en la noche del miércoles. La Policía Nacional lanzó inmediatamente una orden de búsqueda y detención sobre el acusado, al considerar que "hay indicios suficientes", pero al cierre de esta edición fuentes policiales señalaban que todavía no se habían producido detenciones.

La Policía quiere tratar lo sucedido con la máxima cautela. Consideran muy importante llevar las investigaciones con discreción al tratarse de un caso tan grave con una menor involucrada. Aunque no concretan la edad de la víctima, otras fuentes señalan que la agredida es una niña de tan sólo cuatro años. La menor habría sido trasladada al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) para ser examinada por personal sanitario especializado justo después de que la progenitora tramitara la denuncia.

La orden de búsqueda y detención no es de carácter judicial. Según explican las fuentes policiales, la decisión forma parte de la investigación de los hechos para la cual es imprescindible el testimonio del acusado. De todos modos, justifican el lanzamiento de la orden en la existencia de pruebas que, en principio, darían veracidad al delito denunciado por la mujer.

La búsqueda del supuesto agresor se está llevando a cabo por la Policía Nacional en colaboración con agentes de la Policía Local de Oviedo. Las primeras horas del operativo para dar con el acusado no dieron sus frutos, aunque fuentes policiales admiten que la discreción con la que se están llevando a cabo las investigaciones les impiden facilitar más información. En principio, la búsqueda se estaría centrando dentro de los límites del casco urbano ovetense, pero no se descarta ampliarla a otros puntos de la región, ante la posibilidad de que el presunto agresor haya emprendido una huida.

La noticia comenzó a trascender a lo largo de la tarde de ayer, aunque apenas se conocieron detalles. Algunos rumores llegaron incluso al barrio de Pumarín, donde varios vecinos mostraron su rabia y su pesar tras ver reflejadas las primeras versiones que les llegaron del suceso en LA NUEVA ESPAÑA. Asimismo, reclamaban una rápida respuesta para unos hechos todavía por confirmar, pero que califican de "repugnantes".

De confirmarse lo denunciado, el caso se sumaría al historial de violaciones en al ámbito familiar en la ciudad. El último del que se tiene constancia es del pasado julio, cuando la Audiencia Provincial condenó a once años de cárcel a un camarero que violó en varias ocasiones a su hijastra, desde que tenía once años. A pesar de la retirada de la acusación particular por parte de la pareja del acusado, la Fiscalía siguió adelante con el caso y los magistrados consideraron que el hombre "aprovechó su superioridad" para abusar de la pequeña mientras su madre trabajaba en Castrillón.