"Con tristeza, con la resignación de estar ante un mal irremediable, Olloniego vivió ayer el cierre el cierre del pozo que Hunosa explotaba en San Frechoso, una clausura que supone el fin de la única actividad económica de la zona, pero también el adiós a la única mina de Oviedo. Los mayores recuerdan tiempos mejores, los jóvenes hablan de problemas de transporte por el traslado a otras unidades y todos miran al futuro con desconfianza, en un paisaje encajonado entre el Armatilla y las obras de la Autovía".