David Soto vio en el ocio infantil una manera de colmar dos de sus aspiraciones: trabajar en la docencia y dirigir su propia empresa. Este ovetense de 36 años lleva dos décadas trabajando como monitor de diversas actividades. Titulado como director de tiempo libre, hace tres años emprendió su propia aventura empresaria en sociedad con la técnico de animación sociocultural Gisela Iglesias. En el Talud de La Ería encontró un rincón en el que lanzar su proyecto y 36 meses después su balance es más que positivo: "Trabajas las 24 horas, pero merece la pena".
Las actividades de la empresa de Soto e Iglesias van desde lo más tradicional a lo más creativo. De lo de siempre mantienen su participación impartiendo clases de actividades extraescolares en tres centros de la ciudad. También organizan actividades en centros sociales y centros comerciales y desde sus inicios promueven también convivencias de grandes empresas mediante ofertas de actividades de aventura y turismo de experiencias por la región.
Entre las singularidades, la empresa E2 Educación y Eventos trata de dar una vuelta de tuerca a iniciativas como los viajes de estudios y ganar presencia en eventos como bodas, comuniones o bautizos. Sobre lo primero sus ideas son claras. "Queremos hacer viajes de estudios que sean inolvidables por lo original y al mismo tiempo den una importante aportación cultural a los estudiantes", apunta Soto, concienciado de enterrar viejos modelos. "La típica vista a Madrid no tiene cabida porque puede hacerse en cualquier momento con la familia", explica.
Sobre el creciente interés por contratar los servicios de animación en eventos, el emprendedor lo tiene claro. "Los padres cada vez demandan más el poder festejar las cosas con tranquilidad", subraya el técnico en tiempo libre, que data el origen del "boom" de estas contrataciones desde hace cuatro o cinco años y cree que van a más. "Los cumpleaños y otras celebraciones más pequeñas cada vez son más habituales", comenta.
El auge del sector puede considerarse un arma de doble filo para los emprendedores. Si bien son cada vez más las personas dispuestas a contratar animación infantil, también es creciente el número de compañías dispuestas a entrar en el mercado. "Muchos maestros se incorporan al sector, que está al alza, pero también en lo que respecta a la proliferación de competencia", apunta.
Además de la satisfacción de trabajar con los más pequeños, los alrededor de diez monitores contratados por la empresa ovetense a lo largo del año se encuentran con una gran responsabilidad. "No es fácil trabajar con niños y más cuando los padres buscan que les trates tan bien o incluso mejor que ellos mismos", explica Soto, muy satisfecho con la aceptación hallada por su compañía en el mercado. "Hay grandes empresas ya consolidadas y no es fácil hacerse un hueco", destaca.
Hacerse con una buena cartera de contactos, conocer bien los entresijos del mundillo y saber adelantarse a los problemas, a priori imprevistos, son algunos de los consejos de este joven pero a la vez experimentado emprendedor cuyas ambiciones son más bien modestas. "Ir cada día a mejor y encontrar cada vez más trabajo", se pone como meta sin olvidarse de lo ya conseguido. "La empresa me ha dado la continuidad laboral que no encontraba cuando era contratado por cuenta ajena", comenta.
Todo ello bien envuelto con una idea clara para trasladar a los clientes. "Filosofía de trabajo que no dejará indiferente a nadie", es el eslogan del equipo de David Soto y Gisela Iglesias, muy insistentes a la hora de defender la finalidad de sus productos. "No sólo ofrecemos diversión, sino que jugamos un papel educativo muy importante", reivindican los emprendedores encargados de animar y formar fuera de las aulas.
