La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un cementerio ferroviario en Fuso de la Reina

Quince remolques, abandonados desde hace casi una década en el ramal de Buciello

El ramal de Buciello. A.F.

El ferrocarril si por algo se caracteriza es por el amplio abanico de posibilidades para el reciclado, reforma y adaptación de los diferentes modelos del parque móvil ya sea tractor o remolcado, pero en ocasiones no se le brinda esta oportunidad y entonces se le busca un sitio en el que no moleste, una especie de cementerio. Un ejemplo del abandono son quince remolques de las unidades eléctricas de la serie 3.500. Fueron arrastrados, no cabe otro término mejor, hasta el ramal de Buciello hace casi una década. El lector se preguntará dónde está ese ramal. Es muy fácil localizarlo. Al finalizar la Senda Verde en la estación de Fuso de la Reina (Bustelo, 1947), que con su chaflán y marquesina parece el puente de un barco varado sobre el río Nalón, el viandante verá un túnel excavado en la mole caliza de la Peña de Fornos con una gran boca para acoger el andén que facilitaba el acceso a los viejos trenes de madera.

Allí se inicia el ramal de Buciello, la línea de viajeros que a medio kilómetro se une a la de Ujo-Trubia, hoy Trubia-Collanzo, sin servicio de viajeros entre Trubia y Baíña. Aquí en este espacio los remolques soportan el viento, la lluvia, el calor, las heladas y sobre todo el vandalismo sin que ningún responsable político tenga a bien buscar una solución y en el mejor de los casos dar una explicación, porque igual hay razones de peso. No me lo creo.

La fanpage valle de las caldas y su entorno ha dado cuenta del lamentable estado de estos coches de viajeros y sus seguidores han redactado comentarios que van desde la desolación, la perplejidad, la vergüenza hasta la dura crítica, pero el gobierno de la nación ni está, ni se le espera. Invito al lector a escribir en Google "Tren abandonado y Senda a Verde a pie" o en su defecto escribir esta dirección en el navegador que emplee habitualmente: https://www.youtube.com/watch?v=9rn5SKS4qvY&sns=fb. No dará crédito a lo que va a visionar. Si hace constar "Tren abandonado y Senda Verde a pie", o consulta la precitada fanpage el día 29 de diciembre de 2017 podrá comprobar que el resultado es el mismo.

El 26 de junio de 2011 participé en un viaje organizado por la Asociación de Amigos del Ferrocarril Don Pelayo para despedir a las unidades conocidas como Apolo. El viaje fue desde Gijón hasta Collanzo y como es de esperar no tuve más remedio que pasar al lado de estos remolques y su estado hace seis años dejaba mucho que desear. Ha pasado todo este tiempo y ahí siguen. Queda la chapa, algunos asientos, barrotes metálicos, las ruedas?. Pero me temo que en breve veremos restos aislados al igual que en cementerio clausurado y en el que se han exhumado todas las tumbas. El período que media entre el viaje que he realizado y la fecha actual nuestra comunidad autónoma fue visitada por los diferentes ministros del ramo, últimamente el actual. Sin embargo, nadie le informa de la errada decisión que algún alto cargo del departamento que dirige ha tomado en aquel momento. Tampoco he visto en sede parlamentaria en la Carrera de San Jerónimo y en la calle Bailén ninguna interpelación al ministro a instancias de los diputados y senadores asturianos. Cabe pensar que sus señorías ignoran la existencia de ese cementerio ferroviario más cerca de la vecina parroquia Santa Leocadia de Palomar (concejo de Ribera de Arriba) que de la capital de la provincia. Espero que alguna de estas ilustres personalidades se digne leer este artículo y a la par despierte en su conciencia la curiosidad de analizar este despropósito.

No excluyo al gobierno asturiano porque si desde este momento conoce lo que está pasando debe actuar en el marco de sus competencias; por ejemplo, preparando al señor ministro de Fomento cuando venga a inaugurar un pequeño tramo de autovía o similar un viaje en tren entre Oviedo y Fuso para acercarle al camposanto ferroviario del ramal de Buciello. Allí, hay que hacerle ver que tiene ante sus ojos la posibilidad de transformar quince remolques más otros dos en la playa de vías de Pravia en ocho unidades, que vendrían a paliar el déficit en materia de parque móvil que padece el ancho métrico, ya que día sí, día no, asistimos a la clausura de servicios porque no hay trenes ni maquinistas disponibles.

La acción de gobierno implica responsabilidad, compromiso, honestidad y sobre todo algo que tiene muy abandonado nuestra clase política, escuchar a los ciudadanos. No se puede admitir que un apretón de manos, un abrazo, un beso, un saludo a los simpatizantes que acuden a los mítines es el ejemplo de escuchar a los ciudadanos. Tampoco lo son estrategias demagógicas como las urnas móviles por los pueblos. Escuchar es acudir al territorio por el que uno será elegido, patearlo, hablar con las gentes. La política tiene que ser una acción de ver, andar, escuchar, pero no conviene apartarse de la realidad y por eso viene a cuento la opinión del escritor vallisoletano Miguel Delibes sobre ella: "Para el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad". Más claro ni el agua de las fuentes cristalinas de nuestra querida Asturias.

Uno contempla con perplejidad que el tiempo va pasando y la variante de Pajares ahí sigue. Doce años lleva en obras y otros tantos en debates si este ancho, el otro, si tráfico mixto o no, si traviesa polivalente, si tercer hilo, la ladera de Campomanes, el túnel de lavado. Vamos, mareando la perdiz al igual que ocurrió con El Musel a principios del siglo pasado. ¿Cómo puede entrar en cabeza humana que siendo España a finales del siglo XIX un país rezagado en materia de industria y tecnología haya construido en poco más de tres años la rampa actual de Pajares y ahora que somos un país moderno no hay manera de finalizar el nuevo trazado ferroviario entre Campomanes y La Robla? No se puede comprender, pero sí hay una razón fundamental, la falta de voluntad política que parece secuestrada por esa mano que tanto poder tiene en los ires y en los venires de las personas. No hay interés en esta comunidad autónoma por potenciar el ferrocarril y a los hechos me remito que todos conocemos. ¿Alguien justifica lo que se ha hecho en Gijón con el traslado provisional de la estación? Venga Dios y lo vea.

El estado en el que se encuentran estos coches de viajeros en una vía muerta no tiene justificación alguna, es pues ni más ni menos que la consecuencia de una errada decisión política que debiera tener consecuencias tanto económicas como penales porque se ha dilapidado patrimonio del Estado. Hay un responsable, pues identifíquese y actúese en consecuencia. Si alguna vez en este país ante este tipo de actos se adoptasen medidas contundentes las cosas irán mucho mejor. ¿Conseguiremos despertar de ese letargo a sus señorías? Francamente, lo dudo. Mientras tanto, seguimos sobreviviendo estoicamente dislate tras dislate. Entonces, concluimos de aquella manera, esto no tiene arreglo.

Compartir el artículo

stats