"La ampliación del palacio arzobispal, que desde hace años proyectan los administradores de la diócesis, deberá respetar el ´martillo´ existente en la esquina de las calles Canóniga y Santa Ana. En ésta última el edificio no podrá rebasar la altura de los ya existentes, según el dictamen de la Comisión de Patrimonio, al que el Arzobispado deberá ahora adaptar su proyecto, con el que se pretende crear dos plantas de oficinas y despachos y otras dos más de viviendas, una de las cuales estaría destinada a ser residencia del Arzobispo".