"Mi hijo está con su padre y al menos estaba bien hasta que entré en la cárcel". María Josefa G. F., condenada a tres años de cárcel en 2016 por abandonar a sus tres hijas menores en su vivienda de Pumarín dos años antes, negó esta mañana en el juzgado de lo penal número 3 de Oviedo que su hijo mayor, nacido en 2009, se encuentre en una situación de desamparo. La mujer para la que piden dos años más de prisión por ocultar el paradero del menor sólo respondió a las preguntas de su abogada, la cual justificó su postura en el derecho a la intimidad del menor.

La acusada llegó a la sala esposada y su intervención se limitó a advertir de que sólo respondería a su letrada, Bárbara Sánchez, del despacho del penalista Luis Tuero, declinando así ser interrogada por la Fiscalía y la abogada de la consejería de Biestar Social, personada como acusación particular en el caso.

La mujer señaló que su silencio sobre el paradero del pequeño se debe a un acuerdo con el progenitor. Asimismo, dijo estar al tanto del buen estado del niño al menos hasta el mes de febrero cuando se hizo firme la sentencia por el abandono de sus tres hijas menores y tuvo que entrar en la cárcel.

La abuela del menor rechazó también prestar declaración. No así el tío de la acusada, actualmente en posesión de la tutela de dos de los cinco hijos de la mujer y en trámites para asumir la patria potestad de los otros dos. El hombre dijo haber conocido al menor a los pocos días de nacer en 2009, pero que le perdió la pista cuando apenas tenía un año y se fue con su madre a un viaje a Portugal. "No llegué a conocer al supuesto padre", afirmó para luego señalar que sí pudo ver alguna foto del pequeño "cuando tenía dos o tres años".

La defensa defendió que se trata de un procedimiento penal "en el que no se ha probado el abandono del niño". Critica que las únicas razones que se dan para la acusación consisten en no estar escolarizado en Asturias y no figurar como figurante en Portugal. "A lo mejor está en Huelva", espetó la abogada defensora insistiendo en la presunción de inocencia de su cliente y su derecho a no desvelar el paradero de su hijo como ocurre en otros casos. "Hay casos de futbolistas famosos en los que se desconoce la madre del hijo y no hay acusaciones de abandono", argumentó.