La mayor preocupación de J. F. H.. el hombre de 66 años que el pasado día 4 intentó atracar un banco en la calle Uría, son los clientes de su mueblería en Montecerrao. Hasta el punto de que la primera petición que le hizo a su abogada fue colocar un cartel en la tienda en el que se lee: "Se comunica a todos nuestros clientes que sus pedidos sufrirán cierto retraso, pero no duden que todos serán debidamente atendidos. Lamento profundamente esta situación. Perdonen las molestias". La mueblería permanece cerrada desde el día antes del intento de atraco.

Las deudas le agobiaron y se le cruzaron los cables. La desesperación era tal que a las diez y cuarto de la mañana del día 4 de enero se plantó en la sucursal de Bankia -antes Caja Madrid- de la calle Uría y amenazó con volar el edificio si no le daban el dinero de la caja fuerte. Un vecino de Oviedo agobiado por no poder pagar lo que debe se convirtió de la noche a la mañana a sus 66 años en frustrado atracador de bancos.

Según ha hecho saber a su entorno desde prisión, lamenta su "momento de locura", pide disculpas al banco y a quienes allí estaban y se siente avergonzado.

J. F. H. está en prisión provisional a la espera del juicio que se celebrará mañana y en el que la Fiscalía pide 3 años y 6 meses de prisión por un intento de robo con violencia.

El acusado no tiene antecedentes por lo que es posible alcanzar un acuerdo que rebaje la pena a menos de dos años y ya no tenga que volver a la cárcel. Los vecinos llegaron incluso a decir que si era necesario recogerían firmas para evitar el trance de varios meses de cárcel a un hombre al que conocen bien en Montecerrao, donde regenta una mueblería desde hace doce años.