La Fiscalía y la defensa del hombre que intentó atracar una sucursal bancaria en la calle Uría en plena campaña navideña han acordado hoy pena de un año y nueve meses de prisión que, en principio, no tendrá que cumplir dado que carece de antecedentes. Para rebajar la condena, se aplica el grado de tentativa, dado que el ovetense, un hombre que tiene un negocio en Montecerrao y que está asediado por las deudas, no llegó a consumar su atraco.

"Fue un poco chapuza todo porque no sabía ni cómo iba a escapar, fue un momento de locura , de desesperación, las deudas eran incluso superiores al dinero que pedía en el banco", recalcó su abogada, Susana Fernández, quien aseguró que J. F. H., de 66 años, "está muy emocionado" al lograr evitar la cárcel.

De hecho, ya había mostrado su arrepentimiento y pedido perdón a los trabajadores de la sucursal bancaria del atraco. J. F. H. compareció tranquilo y asintió varias veces cuando el juez Le preguntó si estaba conforme con el acuerdo. Peinado hacia atrás con el pelo engominado, un fular azul y una americana de cuadros, se quedó feliz con la resolución.

"No hay responsabilidades civiles, el banco está de acuerdo con la conformidad. Todo se queda en susto y hay final feliz, ahora a ver cómo retoma el tema para solucionar sus problemas pendientes, pero tiene un montón de familiares y amigos dispuestos a ayudarle", afirmó su abogada. Ése es el mayor reto que se le plantea ahora a J. F. H.: solucionar los problemas económicos que le llevaron a cometer una insensatez que pudo costarle aún más cara.