La cítara no nació en Egipto sino en Oriente, en el país de la Biblia, y aparece citada por primera vez en el Génesis, donde dice que "Yubal es el padre de cuantos tocan la cítara y la flauta". Eso sucedía hace unos 5.500 años. Nadie mejor que sor Covadonga Querol puede contar la historia de la cítara. Menciona la ópera "Nabucco" y su "coro de los esclavos", con los israelitas deportados a Babilonia añorando los paisajes de Sión y la cítaras colgadas de los sauces. La cítara fue llevada a Egipto hace unos 4.000 años y aparece representada por primera vez en el sepulcro de una personalidad del país. La cítara se extendió por el mundo y a través de los siglos evolucionó en distintas formas y tamaños.