Los hosteleros de la calle Rosal y sus alrededores salen en defensa de la inversión de 600.000 euros por parte del Ayuntamiento de Oviedo para adaptar las instalaciones de San Lázaro de cara a organizar grandes conciertos en la ciudad. Los empresarios califican las obras como "una muy buena inversión", sobre todo para revivir las fiestas de San Mateo, venidas a menos, a su juicio, por la necesidad de un cartel musical más ambicioso.

Los titulares de los bares piden comprensión para otros estamentos como la Federación Asturiana de Atletismo, que esta semana calificó de "aberración" la apuesta de San Lázaro como escenario de conciertos. "Son sólo diez días puntuales al año y repercute en muchos puestos de trabajo", explica el hostelero David García. Los componentes de la asociación hostelera del Rosal histórico reconocen haber sufrido una gran pérdida de clientes tras la desaparición de conciertos tanto en San Lázaro como La Ería. "Sin ir más lejos, el concierto de Los Suaves en La Ería de 2015 fue espectacular para los negocios", recuerda García, partidario de recuperar el mismo modelo en San Lázaro.