Dos de cada tres personas que dieron positivo en los controles de alcoholemia efectuados por la Policía Local de Oviedo a lo largo del pasado año lo hicieron con niveles superiores al doble de la tasa máxima permitida para poder conducir. La concejalía de Seguridad _Ciudadana dio ayer a conocer que a lo largo de 2017 se registraron un total de 291, lo que el concejal del ramo, el socialista Ricardo Fernández, "obliga a seguir trabajando en los planes existentes".

Del total de las pruebas que resultaron positivas, 98 supusieron la apertura de expedientes administrativos al situarse entre los 0,25 y los 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Las 193 restantes derivaron en acusaciones por delitos contra la seguridad vial de los conductores al superar los 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.

Fernández hace un balance tan escueto como claro de lo que arrojan las estadísticas. "Seguimos teniendo gente que se ponen al volante bajo los efectos del alcohol y por tanto debemos de seguir tomando medidas", declaró. De todos modos, el edil descarta aplicar medidas diferentes a las que se vienen aplicando hasta el momento. "Hay una planificación que hay que seguir cumpliendo, puesto que de unos años para acá la concienciación ha ido mejorando", explica el concejal.

La tendencia a la baja de este tipo de casos no se cumple en este último. Las 291 alcoholemias registradas en 2017 fueron cinco más de las detectadas por los agentes municipales un año antes. Los números son casi calcados incluso en el desglose. Los expedientes por vía administrativa se redujeron en dos y las sanciones por la vía penal aumentaron en siete en los últimos doce meses.

Pese a todo, el gobierno municipal llama a no dar tanta importancia a las pequeñas variaciones experimentadas por las cifras y opta por centrarse en la concienciación a todos los niveles. "Debe ser una cuestión de sentido común y prudencia propia, más que una cuestión de alcanzar determinados números", señala Fernández.