La profesión del futuro es experto en ciberseguridad. Así quedó patente ayer en la Escuela de Ingeniería Informática durante la conferencia y el posterior taller práctico que impartieron los profesores José Manuel Redondo y Luis Antonio Vinuesa como parte de los actos del 35.º aniversario del centro universitario. "Sólo en Estados Unidos buscan 700.000 profesionales de ese sector y la cifra es similar en Europa". Vinuesa fue rotundo al afirmar que el hueco tardará en cubrirse porque los futuros expertos aún se están formando y animó a los jóvenes a especializarse.

El término inglés con el que se conoce a estos trabajadores es "pentester". Un banco, un hospital, una fábrica de coches o una planta potabilizadora serán sus potenciales clientes. Las empresas necesitarán su ayuda para conseguir que sus sistemas sean inexpugnables, es decir, a prueba de "hackers". Redondo y Vinuesa enseñaron a los estudiantes las principales herramientas para descubrir las debilidades o "agujeros" de un sistema informático y, en términos generales, a intentar ponerse en el lugar de un "hacker" que intenta robar información o introducir un virus.

"Usamos las mismas herramientas que los piratas informáticos; desde escaneos hasta la consulta de bases de datos, pero con una intención muy diferente. Para entendernos, hay quien usa un cuchillo para cortar el pan y quien lo usa para matar", explica el profesor Vinuesa, que fue más allá en sus ejemplificaciones. "Un experto en ciberseguridad es fundamental para evitar grandes tragedias. Imaginemos que alguien manipula el sistema informático de una potabilizadora para cambiar el nivel de cloro del agua envenenado a la población. Un 'pentester' podría evitarlo".

Lejos de usar técnicas a lo James Bond, los universitarios trataron de entrar en un servidor con la supervisión y autorización de Redondo y Vinuesa. No fue tan difícil. Según los profesores, el nivel de seguridad de la mayor parte de las empresas o instituciones es mejorable. "La seguridad ha estado olvidada hasta hace poco y hay un gran desconocimiento. Los bancos fueron los primeros en ponerse las pilas para evitar los robos del dinero y los datos sensibles de sus clientes".

Vinuesa señaló además que los ciudadanos no suelen ser conscientes de "que están en red de manera continua". Una "smart TV", una web cam o una alarma pueden ser el objetivo de los piradas informáticos.