A alguien se le ha quedado olvidada la Navidad en Oviedo. En la calle Pérez de la Sala, a la altura del auditorio Príncipe Felipe, hay aún una colgadura de la última iluminación navideña. Hace tiempo que en las calles de la ciudad, incluso en los barrios de la periferia, no queda rastro de las pasadas navidades, que oficialmente se dan por acabadas tras la festividad de Reyes.

Sin embargo, Pérez de la Sala sigue decorada con motivos navideños, unas bolas rojas y doradas enmarcadas en un corazón y una campana. No es una colgadura muy llamativa, pero tampoco es fácil que pase desapercibida.

La pasada Navidad, desde el 4 de diciembre, se iluminaron 205 calles del casco urbano, con 458 arcos luminosos a los que se sumó la decoración de aproximadamente 400 árboles. El oso de la plaza del Ayuntamiento y el muñeco de nieve y las bolas de la de la Catedral, fueron las grandes innovaciones.