"Los factores genéticos no tienen tanto peso en la aparición del cáncer; lo que más influye es la alimentación y también los factores ambientales". Así lo recalcó ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA Ramón Abascal, especialista en Urología y Cirugía Urológica y jefe del Servicio de Urología del HUCA, que destacó la importancia de desarrollar buenos hábitos de vida que ayuden a prevenir tumores.

Uno de ellos es comer sano y en poca cantidad. "Ese sistema de alimentación aporta más vitalidad al organismo". También recomendó ingerir pescados de pequeño tamaño, con menor contenido en mercurio, y poca carne.

"El exceso de calorías es nefasto, cuantas más ingerimos más estimulamos las vías del envejecimiento", aseguro el médico ovetense ante un nutrido público que llenó la sala del Club y siguió la charla con atención. "En el cáncer las células no mueren, se hacen eternas por una serie de factores. La genética no es ni el 2 por ciento de la incidencia del cáncer. Los genes cambian y se adaptan", explicó el urólogo, que pronosticó 250.000 nuevos casos de cáncer en el mundo para el año 2020.

Abascal quiso dejar muy claro que existen factores de riesgo objetivos. "Fumar eleva las posibilidades de padecer cáncer de pulmón. El tabaco se lleva cinco millones de vidas al año", aseguró. También alertó del peligro de tener a los niños en contacto con el humo. "Con un padre fumador el bebé tiene un 50% más de posibilidades de desarrollar leucemia".

La exposición al amianto produce tumores en la pleura, muy malignos, "que se llevan al individuo en menos de un año".

El exceso de exposición al sol también está en la "lista negra". "Una cosa es tomar el sol 15 minutos al día y otra ponerse durante horas con cremas que en vez de proteger chamuscan la piel". Ramón Abascal aconsejó moderación en el consumo de medicamentos, con unos altos niveles en España.

"En las consultas, en primer lugar, debemos dar consejos, examinar al paciente y medicar cuando es necesario". Tampoco dejó de lado las presiones que ejercen las grandes empresas sobre los gobiernos para evitar la retirada de sustancias nocivas.