La presentación del concierto solidario por el Día Internacional Contra el Cáncer se convirtió ayer en un alegato a favor de la oncología y el apoyo profesional a los enfermos. El presentador Laude Martínez ejerció de maestro de ceremonias con puntualidad inglesa. A las ocho en punto habló sin pelos en la lengua frente a centenares de personas en la sala sinfónica del Auditorio Príncipe Felipe. Allí estaban, entre otros, el vicerrector de Extensión Universitaria, Francisco Borge, o presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, Ignacio Vidau. "El cáncer es una enfermedad que no se espera, pero que cuando llega alcanza a la persona física y psicológicamente, afecta al ámbito familiar, al personal, al laboral y al económico. Es prioritario "potenciar la investigación y brindar ayuda", concluyó Laude. La soprano Lola Casariego fue la primera en pisar el escenario junto al pianista Gianpaolo Vadurro. De rojo y con una fina mantilla negra que dejaba al aire sus hombros encandiló al público con su voz. Francis J. Sánchez tomó el relevo y más tarde el Coro y la Orquesta de la Universidad de Oviedo llenaron las tablas.