El jefe administrativo de la Sociedad Ovetense de Festejos (SOF) ha triplicado su carga de trabajo porque debe asumir las funciones del secretario accidental y tesorero de la entidad, que acaba de dimitir. El funcionario Carlos Arboleya ha renunciado al puesto por entender que no tenía sentido permanecer en una agrupación de carácter privado que está a punto de perder su vinculación legal con el Ayuntamiento, probablemente en marzo. Ese mes el Ayuntamiento se hará cargo de varias deudas y facturas pendientes correspondientes al anterior convenio de colaboración con la sociedad. Y en paralelo, se trabaja a contrarreloj en la redacción de unos nuevos estatutos adaptados a la nueva situación jurídica de la Sociedad Ovetense de Festejos -fuera del paraguas municipal- que deberán presentarse ante una asamblea de socios para su aprobación.
El jefe administrativo, es decir, el contable Fernando Salvador, es el único de los ocho trabajadores de la SOF que mantuvo su empleo después de que la Junta de Gobierno de la entidad acordase en una reunión extraordinaria celebrada en diciembre extinguir esos contratos, suprimir la financiación municipal y eliminar la mayor parte de las competencias de la sociedad. Las tareas del jefe administrativo incluyen, entre otras, el registro y la emisión de facturas de ingresos generados por la SOF, la custodia de los fondos de la caja, la presentación telemática de declaraciones informativas anuales y de impuestos trimestrales, el registro de diligencias de embargos o el registro de las fianzas de contratos.
El organigrama de la Junta de Gobierno de la SOF se mantendrá igual hasta que no se aprueben los nuevos estatutos. Así, el presidente nato es el Alcalde Wenceslao López; el presidente efectivo es el concejal de Cultura Roberto Sánchez Ramos; el vicepresidente, Avelino Alonso y los vocales son el concejal Diego Valiño (PSOE), la edil Andrea Álvarez (Somos) y Consuelo Riu (representante de los socios). Por su parte, el concejal de Ciudadanos Luis Pacho y la edil del PP Belén Fernández rechazaron formar parte de la Junta de Gobierno por discrepancias sobre la gestión del desmantelamiento de la Sociedad Ovetense de Festejos.
El cierre parcial de la SOF deja a la entidad con la única capacidad de organizar el desfile del Día de América en Asturias y repartir bollos preñaos. Esta situación no gusta a los socios, que así lo hicieron saber en la asamblea extraordinaria celebrada el 18 de diciembre. El planteamiento defendido por el Alcalde y Sánchez Ramos recibió 33 votos a favor frente a 77 en contra y cuatro abstenciones. Wenceslao López se mostró entonces "sorprendido" por una decisión que tachó de "absurda" porque "de forma indirecta, lo que han votado es que la sociedad no puede continuar, porque no podrá hacerlo si no adapta sus estatutos al marco legal vigente desde 2011", y reconoció que el tripartito encargó un dictamen para determinar si en un futuro la SOF puede convertirse en una empresa municipal.
