El mal tiempo ha puesto de manifiesto estos días algunas quejas de usuarios del Hospital Central de Asturias en Oviedo sobre sus accesos, tanto al área de consultas como, menos, al de hospitalización, en especial cuando se trata de personas con problemas de movilidad reducida o bien con dificultad para caminar debido a su edad. Alguno de estos pacientes, y sus familiares, señalan que la distancia entre el ascensor por el que acceden al exterior desde el parking hasta llegar hasta las mismísimas puertas de consultas externas es excesiva y aún más molesta en estos días de lluvia, frío y granizo. No se trata de que haya impedimentos físicos que no permitan llegar, sino que les resulta largo y que no hay un ascensor interno que conecte directamente el parking con las plantas del HUCA.
Así lo señala por ejemplo Roberto Barbón, de Güeria de Urbiés, quien acudió a consulta con su padre, Manuel, en silla de ruedas, operado de la cadera. "Yo traigo la silla siempre en el coche porque a veces llegas y no hay. Creo que para casos como éste la distancia entre el parking y la entrada es larga. Aquí venimos dos con nuestro padre", señala.
Incluso hasta para algunos usuarios en la misma situación, de escasa movilidad, bien por edad bien por caminar con muletas, la distancia se hace más larga cuando tienen que acercarse a coger un taxi en la parada que está frente a esta zona del HUCA. "Cuando vemos a un señorina que camina mal y quiere un taxi o bien una persona que sale con muletas o sencillamente les cuesta llegar a la parada por lo que sea, nosotros nos acercamos, pues se nos permite llegar lo máximo si es necesario y sin problema alguno", dice un taxista, quien además pide que "se instalen algunos bancos para la gente".
Otros taxistas como Francisco Secades y Ramón Lorenzo señalan que a primera hora de la mañana se forman "unas colas increíbles" para entrar al parking. "Aquí, como está en frente la parada de los autobuses, a veces los conductores no ven la señal del parking y se despistan. La gente también se queja de donde está ubicada la parada y echan de menos una parada de taxis junto a urgencias", afirman.
Las señales para llegar al HUCA desde distintos puntos de la ciudad también generan diversidad de opiniones. Desde la favorable de Félix Beitia, que acude al área de hospitalización desde Cangas del Narcea, como la crítica del ovetense Francisco González. Beitia afirma que siempre llegó "sin problemas". Eso sí, echa de menos más plazas de aparcamiento. "El otro día sobre las nueve de la mañana tuvimos que esperar un rato para conseguir un sitio, aunque la verdad es que tampoco fue mucho tiempo". Por su parte, González cree que la rotonda de Luis Oliver, más conocida como "la del teito", "desconcierta a más de uno, también a mí, y terminamos en La Corredoria o en Lugones sin saber llegar al hospital". "Oviedo está lleno de rotondas y en algunas no está señalizado el HUCA, por lo que a veces sales por donde no debes y lo convierte en un laberinto. Eso sí, no tiene nada que ver con el hospital, que es de los mejores del país", afirma el ovetense. Otro taxista está de acuerdo con González y dice, como él, que la falta de la señalización al HUCA en algunas rotondas próximas puede despistar a los conductores. Luego están quienes, como otro vecino de Avilés, dice que no tiene problema ninguno. "Yo me pongo el GPS y llego al hospital a la primera".
