El concejal de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo (Somos), impulsor de la vía rápida de la Pixarra y de la salida de Ciudad Naranco a la AS-II como alternativas a la Ronda Norte, dio por bueno ayer el planteamiento de mínimos que el alcalde, Wenceslao López (PSOE), llevará la semana que viene a la reunión con el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna. Lejos de una propuesta cerrada o de un no rotundo al proyecto, el regidor se limitará a tomar nota de cuáles son las intenciones del gobierno central respecto a lo que denomina "nuevo acceso norte a Oviedo" y a plantearle una serie de "líneas rojas". Son, fundamentalmente, que se tenga en cuenta la evolución presente y futura de la ciudad, que se respete el monte Naranco y que la vía no desemboque en la glorieta de Luis Oliver, como estaba previsto en un primer momento, para no agravar los problemas de congestión de tráfico en el principal acceso a la ciudad desde la Autovía de la Industria (AS-II).

En todo caso, y antes de la reunión del día 11, el tripartito mantendrá una reunión preparatoria. Del Páramo da por hecho que habrá una posición común basada en esas "líneas rojas" que Wenceslao López ya perfiló en su primera carta al Ministro pidiéndole una reunión.

El portavoz municipal del PP, Agustín Iglesias Caunedo, no está tan convencido de que los socios de gobierno vayan a ser capaces de ponerse de acuerdo sobre la Ronda Norte, cuyo estudio informativo está a punto de ser adjudicado, con un plazo de ejecución de dos años. A su juicio, el debate que tuvo lugar en el Pleno del pasado martes pone de manifiesto que Somos, por un lado, y el PSOE e IU, por otro, mantienen posiciones demasiado encontradas sobre el proyecto.

Para Caunedo, el acuerdo plenario aprobado con los votos del tripartito para reclamar a Fomento una obra que "minimice el impacto sobre el Naranco" es "papel mojado". El líder local del PP aboga por esperar a conocer las tres propuestas de trazado que saldrán del estudio informativo.